El Movimiento Evita cruzó a Cristina y convocó a las organizaciones populares a construir un espacio político

“Lamentamos que parte de la dirigencia política sea incapaz de entender la realidad del trabajo en el siglo XXI”, señalaron como respuesta a los dichos de la vicepresidenta sobre la necesidad de que el Estado nacional “recupere el control, la auditoría y la aplicación de las políticas sociales”.

Luego de las declaraciones de la vicepresidenta Cristina Fernández en el marco del plenario de la CTA en Avellaneda, sobre la necesidad de que el Estado nacional “recupere el control, la auditoría y la aplicación de las políticas sociales”, una vez más, la calma en el Frente de Todos volvió a estallar por los aires y la crisis interna quedó nuevamente expuesta. Esta vez, fueron los movimientos sociales los que salieron a repudiar los dichos de la expresidenta sobre el modo en que el Gobierno nacional, a través de sus ministerios, gestiona la caja destinada a la asistencia social.

En ese contexto, en la tarde de este martes, el Movimiento Evita publicó un extenso documento titulado “La única verdad es la realidad”, como respuesta no solo a las declaraciones de la expresidenta, sino también a la “campaña de estigmatización contra las organizaciones populares”. En el texto, hacen un repaso del origen de este modo de organizarse, el rol que cumplieron durante todos estos años de existencia y la propuesta de crear “nuevas formas de producción y trabajo” al calor del derrotero del “capitalismo financiero” en el cual “hace más de 50 años que no crece el trabajo registrado en Argentina”.

Al mismo tiempo, apuntaron contra “la inacción del Estado y de la obstinación de quienes quieren seguir aplicando recetas del pasado a problemas del presente”. “Lamentamos que parte de la dirigencia política sea incapaz de entender la realidad del trabajo en el siglo XXI”, criticaron, al tiempo que plantearon con ironía: “Parece más fácil pelear con quienes la expresamos, que escuchar y reflexionar acerca de cómo resolver los problemas de los que peor están”.

“Hoy, la realidad del trabajo la expresan las organizaciones sociales en conjunto con los sindicatos. En las fábricas y en los barrios, en relación de dependencia en una empresa privada y en cooperativas y unidades productivas”, enumeraron. A su vez, remarcaron: “La economía popular es la expresión de esta nueva realidad del trabajo que tenemos que dignificar y dotar de derechos para construir las instituciones que requieren los descamisados del presente”.

En esa línea, manifestaron que “reducir la economía popular a los planes sociales es negar la realidad” y precisaron que esta asistencia se corresponde con “apenas el diez por ciento de la economía popular y el cinco por ciento del conjunto de los trabajadores y las trabajadoras”. “Los once millones de trabajadores y trabajadoras a las que nos referimos no se quedaron esperando que el Estado o el mercado resolvieran sus ingresos: salieron a buscárselos y, hoy, son la mayoría de la fuerza de trabajo”, arremetieron.

“Sería más productivo que discutamos cómo dotar de derechos, herramientas y créditos a la producción de las y los trabajadores textiles, cartoneros, ladrilleros, trabajadoras del cuidado, pequeños agricultores y las empresas recuperadas; a todos aquellos y aquellas que se organizan sin patrón y que trabajan todos los días con y sin un plan social”, sentenciaron.

Por último, aseguraron que “el peronismo debe ser la estrategia política de los trabajadores y las trabajadoras del presente” y aclararon que “ese trabajo es el asalariado público y privado, son los autónomos, son la economía popular, etcétera”. “Negando la realidad del trabajo en el presente nos negamos la posibilidad de construir un futuro para todos y todas”, sostuvieron.

“Bienvenido el debate al Frente de Todos, porque lo único que debe preocuparnos es cómo construimos un proyecto de país con justicia social”, remarcaron, y afirmaron que “sin la economía popular eso es totalmente imposible”. “Por eso vamos a convocar a todos los movimientos populares a construir un espacio político, social y cultural que discuta el modelo de país para enfrentar la concentración económica y superar los problemas estructurales”, plantearon. “Ni el mercado ni el Estado resuelven todo. Es con el Estado, el mercado y la comunidad organizada”, concluyeron.