Diputados de Juntos aseguran que La Matanza “infló” sus datos en el Censo 2010 para “obtener beneficios”

Este viernes, en una iniciativa impulsada por el diputado nacional por la Ciudad Martín Tetaz y acompañada por una veintena de legisladores, entre los que se destacan Alejandro Finocchiaro y Graciela Ocaña, el bloque de Juntos le exige al INDEC que garantice la “calidad, seguridad y confiabilidad” en la recolección de datos del Censo 2022, que ya comenzó de manera virtual el 16 de marzo.

Entre los argumentos del pedido, plantean que existe una “rara interpretación” del Censo realizado en 2010 y apuntan que La Matanza habría “inflado” sus datos poblacionales con el objetivo de obtener “beneficios” como, por ejemplo, “en el ratio de coparticipación”. “Curiosamente, la cantidad de personas por vivienda en dicho municipio ascendió a 3,96, cuando el promedio de la provincia de Buenos Aires es de solo 2,9”, resaltan.

En ese sentido, sostienen que “en relevamientos de otros barrios populares como Don Orione, en Almirante Brown, o Villa Itatí, en Quilmes, se registraron en 2018 3,43 y 3,55 personas por hogar, respectivamente”. “Podría pensarse que se trata de familias más prolíficas, pero La Matanza tiene una de las tasas brutas de natalidad más bajas de la Provincia, con solo 14 por mil, lejos del 17,7 de Quilmes o el 18,3 de Almirante Brown”, grafica el documento.

Como contrapartida de ello, detallan que “solo el 60 por ciento de los matanceros fueron vacunados cuando en el resto de los municipios ese guarismo superó el 80” y plantean que, “a pesar de haber sido el que menos vacunó, La Matanza presentaría la menor cantidad de fallecidos por Covid-19 cada 100.000 habitantes de todo el Conurbano”.

Así las cosas, como síntesis final argumentativa, el documento considera de manera irónica que los datos “estarían demostrando que (a los matanceros) no solo les gusta vivir más amontonados que al resto, sino que poseen algún tipo de anticuerpos matancero no identificado que serían motivación suficiente para una tesis de los investigadores del Conicet”. “Esta situación nos hace preguntarnos sobre la calidad, seguridad y confiabilidad de los datos que el INDEC ya ha comenzado a recoger”, insisten, y exigen “garantías” para que “ni en La Matanza ni en ningún otro distrito del país vuelva a subir artificialmente su población beneficiándose a expensas del resto”.

En la misma sintonía, desde el equipo de Finocchiaro plantearon que, con esta solicitud, “los legisladores pretenden asegurar que La Matanza ni ningún otro distrito del país tenga posibilidades de volver a subir artificialmente su población, beneficiándose a expensas del resto en la distribución de la coparticipación”. “No hay posibilidades de diseñar políticas públicas efectivas sin datos confiables, certeros. El kirchnerismo en general, y la intendencia de La Matanza en particular, han hecho del relato vacío una norma”, manifestó el referente matancero, y aseguró que “las consecuencias están a la vista de todos”.

“La Matanza es un municipio largamente superavitario. Ahora sabemos que además, probablemente, se haya quedado con fondos que en rigor correspondían a otros bonaerenses”, insistió respecto a las presuntas irregularidades. “¿Eso mejoró las condiciones de sus habitantes? Para nada, la vida en este distrito está cada día más degradada”, remarcó en su crítica.

“Esos recursos mal obtenidos han alimentado un populismo desvariado mientras los vecinos sobreviven en la decadencia”, concluyó Finocchiaro. Los diputados que firmaron o adhirieron al proyecto son, además, Ana Clara Romero, Alejandro Cacace, Marcela Campagnoli, Gerardo Milman, Dolores Martínez, Gabriela Besana, Mario Barletta, Lidia Ascárate, Alvaro González, Rodrigo de Loredo, Carlos Zapata, Alfredo Schiavoni, Gabriela Lena, Laura Rodriguez Machado, Danya Tavela, Marcela Antola, Pablo Cervi, Gabriela Brouwer de Koning e Ingrid Jetter.