“Le dije que entrara a casa, pero no me hizo caso”, lamentó, entre lágrimas, la viuda del comerciante asesinado

Hilaria, la esposa del almacenero asesinado a puñaladas por un cliente, relató los últimos momentos de Reynaldo Quiroz con vida. “Me pidió que llamara a la policía”, contó, consternada.

En el marco del reclamo de justicia que realizaron los vecinos de Villa Constructora, en San Justo, por el asesinato de Reynaldo Quiroz, el comerciante ultimado por al menos siete puñaladas, la esposa de la víctima contó, entre lágrimas, que su hija “vio todo”.

Consternada, Hilaria relató los momentos previos al trágico desenlace. “Le avisé que ese chico que siempre viene a comprar se había llevado una lata (de cerveza) sin pagar, y entonces él fue a pedirle que efectuara el pago”, detalló. De repente, observó que el agresor, identificado como Matías Andrade, comenzó a atacarlo con un nunchaku (elemento utilizado en las artes marciales) y que, luego, empezó a acuchillarlo. “Le pedí que entrara a casa, pero no me hizo caso y me dijo que llamara a la policía”, manifestó. Acongojada, agregó: “Quise salir a ayudarlo, pero tuve que quedarme porque mi hija también quería salir”.

El caso

El episodio sucedió el sábado en la calle Parral al 3.400, entre Pampa y Derqui, a donde personal de la Comisaría Distrital Oeste Primera de San Justo y del Comando de Patrullas (C.P.) fueron desplazados al lugar tras un llamado al 911. Al arribar a la escena, los efectivos hallaron a un hombre, identificado como Silvestre Reynaldo Quiroz, de 35 años, dueño de un almacén situado a pocos metros, tendido en la calle y herido de arma blanca.

Fuentes policiales aseguraron que, por dichos de un testigo y del análisis de las cámaras de seguridad de la zona, se estableció que un joven de 29 años, identificado como Matías Andrade, en estado de ebriedad, había ingresado al local de Quiroz y, luego, intentado escapar sin abonar la bebida alcohólica que había tomado.

A raíz de ello, se inició una discusión en la que el comerciante, primero, recibió varios golpes en la cabeza con un nunchaku, un elemento utilizado en las artes marciales. Tras ello, fue apuñalado con un cuchillo en su cabeza y otras partes del cuerpo, aseguraron las fuentes. Según los voceros, Quiroz fue trasladado de urgencia al Hospital Balestrini, de Ciudad Evita, donde fue intervenido quirúrgicamente y falleció el domingo, producto de las heridas recibidas.

En tanto, poco después del crimen, la Policía detuvo a Andrade como acusado no solo del crimen, sino de haber robado en su huida un Volkswagen Suran color negro que abandonó a las pocas cuadras. En el interior de dicho vehículo, la Policía halló la cuchilla que se cree que el sospechoso utilizó para apuñalar al comerciante, indicaron los informantes. También, se lo acusó de robar un segundo vehículo, un Renault Megane, con el que intentó continuar la fuga, aunque finalmente lo apresaron efectivos de la Subestación de Policía de La Matanza tras un operativo cerrojo en el barrio San Alberto, de Isidro Casanova.