La historia del asesino de la policía: iba a entrar a trabajar como chofer de colectivo
El homicida de la sargento Daniela Luna, Sebastián Ávila, estaba desempleado y su padre lo estaba por hacer ingresar en una empresa de transporte.
Sebastián Nicolás Ávila tiene 25 años. Su nombre y rostro comenzó a invadir diferentes sitios y páginas de Facebook tras ser hallado y detenido por el crimen de la sargento Daniela Luna.
Una de las cámaras clave para hallarlo fue la de su propia casa. Su padre abrió la puerta de la vivienda y accedió al ingreso de los investigadores para que indaguen en las cámaras de seguridad. Según las pesquisas, no se imaginaba que su hijo sería el responsable del hecho que intentaban esclarecer.
Con el correr de la investigación, brindaron detalles del criminal: no tenía antecedentes, estaba desempleado y le faltaba poco tiempo para entrar a trabajar como chofer a una línea de colectivos. Es que, según precisaron, el papá del acusado es colectivero hace años. Incluso es delegado de sus compañeros de la línea 8, que une Aeroparque con el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Madrugada criminal
El pasado domingo, alrededor de las 5, la oficial fue hallada muerta en el asiento del conductor de su auto, un Ford Fiesta blanco. El hecho fue alertado a las autoridades policiales por un hombre que merodeaba la zona, en el límite entre las localidades de Isidro Casanova y Rafael Castillo.
De acuerdo a la reconstrucción del hecho, un delincuente pidió un viaje a su domicilio y, al llegar a la intersección de Norquin y Carlos Casares, le efectuó un disparo para robarle. Con el correr de los minutos y con la llegada de una ambulancia, el médico constató su deceso y se comprobó que la bala mortal había ingresado por la cabeza.
En la causa, intervino el fiscal Claudio Fornaro, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática Homicidios de La Matanza. En el vehículo hallaron una vaina servida calibre 9 milímetros.