González Catán: desbarataron una banda que hacía la estafa de “soldado y diplomático”

Son 29 las personas detenidas. Según consta en la investigación judicial, los implicados transferían el dinero de los damnificados a cuentas bancarias radicadas en el exterior.

Tras una investigación que se extendió durante más de tres años, la Policía Federal Argentina (PFA) desarticuló una organización criminal internacional dedicada a cometer diferentes modalidades de estafas a través de internet en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y en las provincias de Buenos Aires, Salta y Mendoza.

A partir de las pruebas aportadas en el expediente, la Justicia ordenó un total de 37 allanamientos que fueron realizados por agentes de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA, uno de los cuales se llevó a cabo en la localidad matancera de González Catán. Además, hubo procedimientos en Lanús, Adrogué, Glew, Ingeniero Budge, Avellaneda, Quilmes y San Martín.

Durante las pesquisas, 29 personas fueron detenidas, 18 mujeres y once hombres, y se secuestraron dos camionetas, 39.950 pesos en efectivo, 1.630.000 dólares, 310 liras esterlinas, 110 euros, 100 rupias, 100.000 bolívares, 25 tarjetas de crédito y débito, siete computadoras, un CPU, un disco rígido, 69 teléfonos celulares y otros elementos de interés para la causa.

El modus operandi

De acuerdo a la información suministrada por fuentes policiales y judiciales, la banda delictiva utilizaba información personal y confidencial bajo diferentes modalidades, con la estafa del “soldado americano” o “diplomático”: entablaban relaciones amorosas a distancia haciéndose pasar por un soldado americano que pronto llegaría al país para vivir con su pareja.

Durante el ardid, los estafadores enviaban un “regalo” a las víctimas, pero manifestaban que quedaba trabado en la Aduana, por lo que solicitaban una transferencia para lograr destrabarlo, interviniendo otro integrante de la organización criminal haciéndose pasar por “diplomático”.

Una vez acreditado el dinero por los damnificados, los perpetradores transferían el monto a sus cuentas, repartiéndose el botín o lo girándolo al exterior mediante empresas de envío de dinero a más de 30 países, entre los cuales se encuentran Estados Unidos, Canadá, México, Colombia, Venezuela, Ecuador, Brasil, Paraguay, Uruguay, España, Indonesia y Nigeria. La suma por las estafas realizadas a través de internet asciende a 300 millones de pesos.