De Pontevedra a Europa: el emprendimiento familiar que llegó a la televisión alemana

Durante una semana, dos trabajadoras de Churros Salvador viajaron al país europeo, mientras que dos alemanas llegaron para adquirir conocimientos de pastelería en el local emplazado en el partido de Merlo.

Una conocida churrería de la localidad de Pontevedra, en el partido de Merlo, fue seleccionada para realizar un intercambio y participar de un reality show en Alemania. De esta forma, durante una semana, las participantes que viajaron adquirieron diversas experiencias en lo que se refiere a la pastelería de Baviera.

En diálogo con El1 Digital, Viviana Dos Santos, una de las dueñas del emprendimiento familiar y una de las personas seleccionadas para realizar el viaje, comentó: “Churros Salvador es un emprendimiento que forjamos con mi marido por el año 2003 y desde ese momento que, de una u otra manera, elaboramos productos artesanales”. En ese sentido, explicó que “la oportunidad del intercambio llegó vía redes sociales: la productora alemana se comunicó con su par argentino, que busca algún emprendimiento de churros artesanales”. “Nos dijeron que están interesados en que formemos parte de este reality alemán para que se transmita allá y que consiste en que dos personas de nuestro staff viajaran allá y dos alemanas viajarán para acá y aprendan a elaborar churros en nuestro negocio”, explicó.

Respecto a la oportunidad de participar de esta iniciativa, Viviana confesó: “Cuando nos contactó la productora, no lo podíamos creer... cuando nos dijeron que quedamos elegidos, empezamos a dudar y entró la desconfianza, pero no había nada raro, todo lo que dijeron fue así y cumplieron con todo”.

En ese contexto, la dueña del emprendimiento sostuvo que se diocuenta de que realmente iba a viajar cuando le llegaron los pasajes aéreos a su nombre. Pese a eso, aseguró que uno de los principales desafíos, al menos para ella, fue “dejar todo preparado para las personas que venían”. “La experiencia fue única, para las que nos fuimos y para los que se quedaron acá, porque se dio un intercambio cultural y de hábitos con quienes estaban trabajando en la producción. Todos quedaron súper contentos”, añadió.

Una semana en Alemania

En lo que respecta a lo vivido esa semana en el país europeo, narró: “Fuimos recibidos de maravilla por el dueño de la panadería y todo su grupo de trabajo”. “Era un local histórico en la zona y todo lo elaborado era artesanal; aprendimos algo de lo que hacían, pero para adquirir más conocimiento habríamos necesitado muchos días”.

Viviana aseguró que la hospitalidad de la gente es algo para destacar. “El único obstáculo que encontramos fue el idioma”. “Teníamos un intérprete, pero no se podía tener un diálogo fluido; no es una crítica, solo que el impedimento del idioma no permitió crear lazos más fuertes”, reconoció. 

En lo que respecta a las dos mujeres alemanas que vinieron a Argentina, comentó: “Las chicas tenían como desafío dejar algo típico de Baviera, entonces crearon los churros bávaros que, si bien es la misma mezcla de nuestros churros, ellas hicieron un relleno con manzana y canela, porque en la pastelería alemana se usan muchas frutas. Ya los estamos elaborando y son un éxito entre nuestros clientes”.