Prevén un aumento de 56 por ciento en el impuesto inmobiliario bonaerense

El Gobierno de Vidal presentó un proyecto de reforma impositiva provincial, que proyecta una suba de entre 40 y 75 por ciento en ese tributo, y una reducción en ingresos brutos y sellos.

El Ejecutivo bonaerense anunció una ambiciosa reforma fiscal que incluye cambios impositivos, una reducción del gasto político y una propuesta para controlar las cuentas de los 135 municipios de la Provincia. La iniciativa fue presentada, este jueves, por el jefe de Gabinete de la Gobernación, Federico Salvai, y el ministro de Economía, Hernán Lacunza, y ya ingresó en la Legislatura bonaerense en que, a partir de diciembre, Cambiemos legislará con mayor comodidad tras las elecciones del domingo pasado.

Entre los principales aspectos que se destacan dentro de la propuesta, se incluye un fuerte aumento del impuesto inmobiliario urbano y rural, que será compensado fiscalmente con rebajas en los impuestos a los ingresos brutos y de sellos.

En particular, el inmobiliario tendrá un aumento promedio del 56 por ciento. En ese sentido, Lacunza explicó: "Hace doce años que no se toca este impuesto, mientras que el automotor aumenta en forma anual. En promedio, se paga doce pesos el metro cuadrado urbano y 147 pesos el metro cuadrado rural".

La actualización del impuesto se hará en 16 tramos, que irán del 40 al 75 por ciento dependiendo la zona y los metros cuadrados de la propiedad. En el caso del urbano, el promedio de suba será de 56 por ciento, y en el rural, de 50 por ciento. Los campos de hasta 50 hectáreas quedarán eximidos y también la segunda cuota de los que sufrieron inundaciones. 

El proyecto prevé, además, la quita de las exenciones impositivas a los partidos políticos, a las organizaciones gremiales y a las cooperativas y mutuales financieras, aunque los clubes de barrio seguirán exentos de impuestos.

La expectativa de la administración bonaerense es que estas reformas le permitan recaudar unos 4.000 millones de pesos adicionales para compensar parte de la pérdida de la recaudación por la baja previstas en otros impuestos, como el de sellos e ingresos brutos.

Este segundo tramo de las reformas prevé un descenso en la tasa de ingresos brutos que pagan las industrias, que pasaría de 1,75 a 1,5 por ciento, mientras que las PyMEs que facturan hasta 78 millones de pesos anuales quedarán exentas, y se eliminará la categoría de "extraña jurisdicción", por la que se les cobra una tasa más cara a las empresas que no son bonaerenses y operan en la Provincia.

En el caso del agro, habrá una exención para quienes facturen hasta 3 millones de pesos; en la construcción, la tasa bajará del cuatro al tres por ciento; en los comercios que facturen hasta dos millones de pesos, caerá del 3,5 al 2,5 por ciento, y en las carnicerías quedará en 2,5 por ciento.

En tanto, el impuesto a los sellos, que se cobra cuando se registran inmuebles, bajará de 3,6 a dos por ciento. Esta modificación, junto a la de ingresos brutos, tendrá un costo de 10.000 millones de pesos para el Ejecutivo provincial.