Inflación versus salarios: la batalla que más afecta a los trabajadores

En la mayoría de los rubros, un sueldo promedio no alcanza para cubrir la canasta básica. "Hoy, el planteo es ver de qué forma podemos recomponer los salarios de los trabajadores”, aseguraron desde la UOM local.

"Un asalariado paga el alquiler y los servicios esenciales, y no le queda plata para consumo”, sostuvo Ludueña.

El domingo pasado, se celebró un nuevo Día del Trabajador, aunque con un sabor agridulce. Porque, si bien, en el cierre de 2021, la desocupación bajó al siete por ciento y las tasas de actividad y empleo crecieron al 46,9 y 43,6 por ciento, respectivamente, según el INDEC, la fuerte inflación hace que los salarios no rindan lo necesario. En diálogo con El1 Digital, el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de La Matanza, Esteban Cabello, expresó que, en el sector, “las industrias están trabajando bien, pero los salarios siguen cayendo”. “Hoy, el planteo es ver de qué forma podemos recomponer los salarios de los trabajadores”, añadió.

“El aumento por las negociaciones paritarias de la UOM cerró en un 45 por ciento, con una cláusula de revisión en noviembre, cuando la inflación va a ser mucho mayor, por lo que el salario se viene cayendo”, remarcó, en referencia a que la inflación anual que se espera es de alrededor del 60 por ciento. Además, recordó que, “el año pasado, el incremento de paritarias de la UOM cerró en un 50 por ciento, pero la inflación estuvo por encima de ese número”. “El salario de los trabajadores no va al mismo ritmo que el crecimiento de las industrias, ése es el déficit del sector. El planteo, hoy, es ver de qué forma podemos recomponer el salario de los trabajadores”, aseguró.

En ese sentido, precisó que “el salario promedio de un metalúrgico está en unos 90.000 pesos, frente a una canasta básica de alrededor de 130.000 pesos, contando el alquiler”. “Si la canasta básica mide la pobreza, entonces, un metalúrgico, con trabajo, es pobre y, para poder comprar unas zapatillas a los hijos, tiene que meter varias horas extra”, aseveró.

Por su parte, el secretario general de Acción Social de SEOCA, Ernesto Ludueña, indicó a este medio que, “si bien la actividad se está reactivando, todavía, a la gente le falta poder adquisitivo”. “Hoy, un asalariado paga el alquiler y los servicios esenciales y, muchas veces, no le queda plata para el consumo de alimentos, indumentaria o calzado”, agregó. En esa línea, precisó que “un salario promedio de un trabajador de Comercio, hoy, está en unos 85.000 pesos”, aunque consideró que “el salario ideal debería ser el equivalente a un kilo de carne por hora”. “Un salario normal, a los costos de vida que tenemos, debería ser de alrededor de 200.000 pesos”, sumó.

Por último, el secretario general de la UOCRA filial La Matanza, flamante secretario general de la CGT Regional La Matanza, Heraldo Cayuqueo, señaló que “un sueldo promedio en la construcción es de unos 70.000 pesos”. “Un trabajador al que le va bien, a fin de mes, está contando las monedas que le sobraron”, agregó. “Creo que, si el Gobierno logra parar la inflación, todo lo demás se va a acomodar”, cerró Cabello.

Las voces de los sectores

El sector de Comercio fue uno de los que cerró uno de los aumentos por paritarias más altos, con un 59,5 por ciento. "Espero que lo que se consiguió sea suficiente porque la verdad es que la inflación nos tiene en jaque", expresó el secretario general de SEOCA, Julio Ledesma, y añadió: "Los salarios nunca tuvieron la culpa de la inflación porque son un componente de las necesidades de las familias argentinas".

Por su parte, Cabello afirmó que la principal problemática a enfrentar y resolver es la escalada de precios, lo que acomodaría el resto de la economía en los distintos sectores: “Por más que consigamos un 80 por ciento de aumento de paritarias, si la inflación se sigue elevando, no habrá paritaria que alcance”. “Hay que frenar la inflación, después discutimos todo lo demás”, concluyó.