Inflación: causas, posibles soluciones y la importancia de la distribución de la recuperación económica

Florencia Di Prinzio, analista económica del CEPA, dialogó con Radio Universidad e hizo hincapié en el desacople de los precios locales con los internacionales para bajar la inflación, pero, también, en la regulación de las entidades oligopólicas. La carne y la recuperación desigual de la economía, no obstante, no quedaron fuera de la discusión.

Por Florencia Di Prinzio*

Sabemos que el nivel de inflación viene siendo alto, aunque se abren ciertas expectativas a partir de los cambios en la Secretaría de Comercio Interior. En este contexto, analizamos las posibles causas de esta inflación tan alta y qué se podría hacer. El proceso inflacionario que está atravesando el país en los últimos meses, con una inflación interanual de 60 por ciento y un acumulado de 29,3, configura un escenario preocupante, que coloca a este problema en el centro del debate.

Se escuchan recetas de todo tipo para hacerle frente. Desde el CEPA, decimos que tanto el éxito como el fracaso del control de la inflación no pueden depender solo del rol de la Secretaría de Comercio, dada la situación macro y el desorden de muchas variables, como la problemática estructural de escasez de dólares, la puja distributiva entre salarios y ganancias, y el impacto del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

Nosotros pensamos medidas propositivas en dos ejes. Por un lado, hablamos de políticas de desacoples de precios. Sabemos que la guerra en Ucrania tiene un impacto directo en el rubro alimentos. Entendemos que el fideicomiso del trigo es una buena herramienta y que va a prosperar. También pensamos, en torno al maíz y al girasol, que las retenciones pueden ser una buena medida para desacoplar los precios locales de los internacionales, pero también como herramienta distributiva.

Por otro lado, pensamos una serie de medidas para regular la dinámica oligopólica. Sabemos que, en Argentina, el mercado está altamente concentrado, sobre todo, en el rubro alimentos, con un poder para fijar precios y condicionar toda la cadena de valores. Es necesario regular y controlar a los sectores oligopólicos, con una ampliación de Precios Cuidados y con la implementación de un observatorio de precios y costos. Es fundamental saber qué pasa en la cadena de costos y producción.

Creo que hay un sendero marcado. Pero tenemos que ver qué nivel de rigidez aplicamos en cuanto a disciplinar el comportamiento de los mercados, sobre todo, en los sectores en que necesitamos consolidar mecanismos que garanticen consumo, abastecimiento y precios internos accesibles. Con este tipo de políticas, hay que ser muy rígido y tener la voluntad de recomponer el plantel de fiscalización de la Secretaría de Comercio, que, en los cuatro años del macrismo, el personal de fiscalización de 500 personas se redujo a 15. Estas cuestiones son centrales porque es muy difícil llevar adelante políticas de acuerdos de precios si no se cuenta con una buena fiscalización.

La carne, la problemática dentro de la problemática

Los cortes de carne más económicos fueron los que más aumentaron, lo que es un problema porque repercute en el bolsillo de la población con menores ingresos. El consumo per cápita de carne continúa cayendo a niveles históricos y lo llamativo es que, frente a este escenario, el precio continúa estando por encima del promedio de inflación.

Nosotros creemos que este aumento en la carne se explica en tres elementos centrales: el precio internacional del maíz -que llegó a aumentar hasta un 50 por ciento-, el escenario internacional de altos niveles de precios de alimentos y la demanda creciente de importaciones. Todo esto habilita el escenario especulativo.

Recuperación y distribución

Hoy, 18 de las 24 provincias ya tienen mayores niveles de empleo que los previos a la pandemia, aunque la región de Cuyo continúa por la senda de la recuperación con niveles inferiores. A nivel sectorial, incluso, la recuperación del empleo no es lineal: detectamos sectores mucho más dinámicos que otros. Algunos han crecido en sus niveles de empleo y hasta superado los niveles prepandemia, como la Industria y el Comercio. Pero también hay otros sectores en crisis, como Transporte, donde el empleo creció solo 0,1 por ciento, y Agricultura y finanzas, donde el empleo cayó y es menor a la prepandemia.

Pudimos ver que muchos aumentos no están justificados en los costos. Cuando los sectores que tienen una posición de privilegio sienten amenazada esa posición, reaccionan. Hay que captar la renta de algunos sectores y mejorar la distribución, pero el abordaje tiene que ser integral y resolver lo más importante: que no se siga deteriorando el poder adquisitivo de los trabajadores.

*Analista económica del Centro de Economía Política Argentina (CEPA)