Precios, inflación y el desafío de controlar una problemática descontrolada

El economista Sebastián Scheimberg consideró que los programas de congelamiento de precios son eficientes "en el marco de un plan integral". Cómo afecta el tipo de cambio en la distorsión de precios y por qué hay "un sistema dual" de sueldos.

Por Sebastián Scheimberg*

Hay una necesidad de dar señales de control de esta situación que está bastante descontrolada, que son los precios. El problema es de precios relativos con una alta inflación porque hay una dispersión absoluta de precios. El hecho de que se quiera instrumentar el congelamiento de algunos productos tiene lógica, pero en el marco de un plan más integral. Por ejemplo, vemos que en los supermercados no aparecen los Precios Cuidados.

Los comerciantes encuentran que tienen algunos aumentos fuertes en materia de energía. Los indicadores de la energía muestran que las tarifas del sector residencial están controladas. Hay una estrategia en que se intenta dar señales de que existe algún control, pero es un colador en el que se filtran los inconvenientes.

La columna de Sebastián Scheimberg.

El comercio está recibiendo fuertes incrementos de tarifas de la luz. Los precios de los combustibles premium están subiendo bastante y se acercan a los precios internacionales, que están bajando. Hay una distorsión muy fuerte de precios relativos. Y el sector público, con las tasas y los impuestos, no contribuye a morigerar la presión sobre los precios.

No hay un esquema global que permita una lógica de precios relativos lógicos y no distorsionados, sobre todo, con el tipo de cambio. Los precios domésticos aumentan mucho más que el tipo de cambio.

Los salarios, el otro tema en agenda

Hay un sistema dual de salarios. Por un lado, hay un sector que tiene la posibilidad de discutir paritarias con los empresarios y tiene esa ventaja. Es lógico que el Estado regule un salario de subsistencia porque no puede haber un salario que no permita la subsistencia.

Por otro lado, los sectores sindicalizados tienen salarios que no son competitivos con respecto a la productividad del trabajador. En este sentido, la productividad del trabajador en Argentina ha bajado mucho. Primero, porque hay una desinversión en capital: la productividad del trabajador es más alta cuando tiene mejor maquinaria y mejor tecnología. Pero Argentina se está descapitalizando y la tecnología no es de punta.

Da la sensación de que el mercado se dualiza cada vez más. El sector del software y la informática está muy bien, trabaja para el exterior, y esto tiene que ver con la capacitación.

*Economista y docente de la UNLaM