Inflación y generación de divisas, problemáticas y necesidades de una economía circular

El economista Sebastián Scheimberg analizó la exportación del sector agropecuario y la forma en que se pueden mantener los precios locales, ante la disparada internacional. Además, indicó qué le faltó al Censo 2022 y propuso "pensar en el ahorro de recursos".

Por Sebastián Scheimberg*

Argentina tiene la particularidad de que exporta lo que consume, con lo que la única forma de separar el precio local del internacional es poniendo algún tipo de instrumento que sensibiliza a los productores, cuando se habla de aumentar las retenciones o poner algún tipo de traba. Pero lo que Argentina necesita es generar divisas, por lo que la coyuntura aparece como una oportunidad.

Las canastas de consumo no se pueden modificar en el cortísimo plazo, pero, en la medida en que se tengan mayores saldos exportables, también se va a tener acceso al dólar para movilizar todo el aparato industrial. Muchas veces, la restricción de producción viene por el lado de la falta de divisas, la economía es circular.

Está la oportunidad de generar más divisas a partir de la exportación del sector agropecuario. Si hay una actitud que se interpreta como hostil en el sector, se pone en riesgo esa posibilidad de generar mayores saldos exportables. El productor agropecuario, a veces, está expuesto a riesgos intrínsecos del sector y, cuando hay una helada, un granizo u otro evento desfavorable, tiene que bancar con la época de vacas gordas.

Sobre el censo y la boleta única

Creo que la tecnología tiene que estar al servicio de la gente y de la economía. Pienso que se podría haber hecho algún tipo de segmentación, donde se podía saltear a un universo muy grande que ya había hecho su censo. Se podría haber pensado una estrategia para no cerrar todos los comercios o toda la actividad en un día porque se podría haber hecho un mix de este tipo. Y, en Argentina, no sobran los recursos como para sumar un feriado. La utilidad que tiene el censo es indiscutida, pero se podrían haber hecho algunas preguntas más interesantes, vinculadas al consumo energético o al mercado laboral. Se le podría haber sacado más jugo, pero es súper útil y podría tener una mayor frecuencia gracias a las tecnologías.

Ahora, se discute si se modifica el sistema de votación, que es precario y arcaico, en algún punto, porque hay que hacer muchísimas boletas con recursos importantes. Se habla de pasar al sistema de boleta única. Creo que hay que pensar que las cosas pueden evolucionar en un sentido positivo, proponer cambios no está mal. Tenemos que empezar a pensar en el ahorro de recursos en cada gestión que se hace.

*Economista y docente de la UNLaM