Anuncios económicos: ¿súper ajuste, sostenimiento del equilibrio fiscal o ambos?

El economista Sebastián Scheimberg habló, tras los anuncios del flamante ministro de Economía. De qué tratan las nuevas medidas y cómo pueden repercutir en las nuevas tarifas de los servicios y en el ingreso de divisas al país.

Por Sebastián Scheimberg*

Si vamos a usar el superlativo “súper”, teniendo en cuenta los anuncios de (Sergio) Massa, se trata de un súper ajuste, sobre todo, en lo que es servicios públicos de gas y electricidad. Creo que hizo un anuncio correcto. Tiene la virtud de manejar bien el lenguaje y la comunicación. Las primeras 24 horas son de calma, pero, ahora, hay que ver cómo se ejecutan las medidas, que es lo difícil.

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Hay muchas medidas que ya venían prefijadas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que se había desviado un poco. Lo más contundente que se anunció está vinculado al tema de las tarifas. Lo que no tenemos muy en claro son los números. Si con la tarifa social, se pagaba el 20 por ciento del costo, quiere decir que las tarifas se podrían multiplicar por cinco para los usuarios que paguen la tarifa plena. Hay que ver cómo se ejecuta esto porque, todavía, no se cuantificaron los anuncios. Se puede tratar de un salto grande.

Con respecto al consumo, Massa puso umbrales altos porque, en general, un consumo de 400 kilowatts por mes es elevado. El cuadro tarifario, en la categoría residencial, está segmentado por niveles de consumo. Hay que ir hasta la categoría R4 para pasar los 400 kilowatts por mes, aunque es cierto que, en el cuadro tarifario, se puede llegar hasta más de 1.400 por mes, pero ese sería un consumo muy alto.

También, hay que ver si los objetivos trazados son alcanzables. En lo que respecta a la liquidación de exportaciones, habitualmente, se liquidan más de 5.000 millones de dólares por mes en Argentina, por lo que no parecen objetivos inalcanzables. Lo que dificulta un poco es si se tienen los incentivos correctos para exportar.

Massa no habló de muchas cosas que quedaron por definir, quizás, se pueden encontrar mecanismos para mejorar el tipo de cambio relativo, como con una baja de impuestos. Creo que es algo así como un jugador de póker, pero no se sabe si tiene cartas.

La política fiscal tiene que ser consistente con la política monetaria, pero, en este momento, la política monetaria se ha vuelto restrictiva porque la tasa de interés subió mucho. Pero, también, tiene que ser consistente con una política de ingresos, con los precios de una canasta de consumo. Lo que hay que hacer es combinar un conjunto de instrumentos que permitan salir de este régimen de muy alta inflación. El problema es que, cuando se pone en práctica el programa, en general, se arranca con un salto en la inflación. Es cierto que existe una dinámica que, quizás, la respuesta de la gente no es contemplativa ni de acompañamiento, más porque el Gobierno ya está desgastado.

*Economista y docente de la UNLaM