Alta inflación, reajustes paritarios y el desafío de recomponer ingresos en una economía con problemas estructurales

El economista Sebastián Scheimberg relacionó los últimos incrementos inflacionarios con las renegociaciones paritarias. Por qué será difícil cumplir con las metas planteadas por el Gobierno en el proyecto de Presupuesto 2023.

*Por Sebastián Scheimberg

Los gremios más fuertes están peleando una buena paritaria. Los gremios más poderosos tienen el poder de negociación más fuerte porque ejercen una presión importante, pero, hasta que no controlemos la inflación, estas pujas distributivas no van a mermar. Además, esto retroalimenta la inflación.

El Presupuesto 2023 contempla una inflación mucho menor que la actual y, si el Gobierno indexa las paritarias de este año con las del año que viene, ya está dando señales de que no va a poder cumplir con las pautas o tendrá que hacer recortes en otros sectores. Hay muchos supuestos del presupuesto que ya se ve que no se van a poder cumplir. Hay tres puntos del PBI en subsidios entre energía y transporte, que también meten presión a la inflación porque son más impuestos y más emisión. No parece que haya una señal que adelante que se va a reducir la inflación.

La lógica es que haya un salario de subsistencia para que el empleado pueda estar bien descansado. Hay un tema de niveles de alta inflación que distorsiona mucho los precios relativos.

En el sistema eléctrico, hay un descontrol porque muchos estados provinciales se están financiando con las tarifas. Hay un juego que es ruinoso para el Estado nacional y, de alguna manera, beneficia a los estados provinciales, con un sistema en que las provincias recaudan a través de las distribuidoras o cooperativas locales y dejan de pagar la cuenta de la energía. Hay que tomar las riendas en este tema, que es de gestión energética.

Si no se financian los servicios a través de las tarifas, se terminan financiando con emisión monetaria. Vimos ya que el plan del dólar soja implicó un aumento de la deuda del Banco Central y/o emisión monetaria y un desequilibrio muy alto de las cuentas externas. Se está en niveles de déficit energético récord, como en 2014 y 2015. Parte de esto tiene que ver con que no se resuelven los problemas estructurales.

*Economista y docente de la UNLaM