El adiós a una leyenda: murió Hugo Orlando Gatti
El Loco falleció este domingo, a los 80 años, en el Hospital Pirovano, donde estaba internado desde hacía dos meses. En su extensa carrera, marcó un antes y un después en el puesto de arquero, lo que lo transformó en un ícono indiscutible para la historia del fútbol argentino.
La noticia golpea fuerte a los amantes del fútbol argentino. Especialmente, a aquellos que fueron testigos de las décadas del 60s, 70s y 80s. Falleció Hugo Orlando Gatti. El Loco. Un ídolo de chicos y grandes. Y un arquero que cambió para siempre el puesto en el que brilló, algo reservado solo a un puñado de elegidos.
El deceso se produjo en la tarde de este domingo y fue confirmado por un comunicado del Hospital Pirovano, nosocomio donde el Loco estaba internado desde hace dos meses. Primero, por una lesión en la cadera, producto de un accidente callejero. Y luego, por un virus intrahospitalario que generó insuficiencias cardíacas y renales que terminaron con su vida.
Loco un poco
Los números de Hugo Gatti en el fútbol argentino lo transformaron en una figura esencial a la hora de hablar de la rica historia construida en las canchas de este país. Jugó 27 años en la máxima categoría, entre 1962 y 1989. En total, disputó 765 partidos, la mayor cantidad de un futbolista en la Primera División de Agentina. Además, ostenta otro récord legendario: el de más penales atajados, con 26, marca que comparte con Ubaldo Matildo Fillol, con quien protagonizó una rivalidad que llevó a ambos a ser reconocidos como dos de los arqueros más importantes del fútbol argento.
Pero el legado que deja Gatti va mucho más allá que estas extraordinarias estadísticas. El Loco generó algo que muy pocas deportistas pudieron lograr en sus disciplinas. El hecho de marcar un antes y un después con su aparición. Y en el puesto de arquero, históricamente ocupado por personas sobrias y conservadoras, el muchacho nacido en Carlos Tejedor dejó su sello por hacer todo lo contrario a lo que estaba escrito en los libros.
Con un perfil mucho más alto, el Loco construyó la figura de otro tipo de arquero. Uno más protagonista y extrovertido. Lo que lo transformó en un ícono para muchos chicos que se decidieron a ponerse guantes y pararse bajo los tres palos en honor a él.
De Villa Crespo a La Boca
En su carrera, Gatti pasó por cinco clubes. El primero de ellos fue Atlanta, en el que debutó en 1962. En 1964 pasó a River Plate, donde alternó con Amadeo Carrizo, su gran referente. Allí se quedó hasta 1968, año en que fue transferido a Gimnasia y Esgrima de la Plata. En el Lobo estuvo cinco temporadas hasta que, en 1975, recaló en Unión de Santa Fe. En el Tatengue fue dirigido por Juan Carlos Lorenzo, que al año siguiente se lo llevó al club con el que quedó identificado para toda su vida: Boca Juniors.
En el Xeneize, Gatti terminó convirtiéndose en algo parecido a un semidiós. Allí estuvo 13 años, entre la Bombonera y la Candela, el histórico predio que la institución de la Ribera supo tener en San Justo. Y en ese lapso ganó los seis títulos que obtuvo en su carrera: tres torneos locales (Metropolitano 1976, Nacional 1976 y Metropolitano 1981), dos Copas Libertadores (1977 y 1978) y una Copa Intercontinental (1977).
El Loco también tuvo su paso por la Selección. Quizás más breve de lo que sus condiciones se merecían, aunque es algo que puede entenderse por haber sido contemporáneo de otro monstruo del arco: el Pato Fillol. En total, Gatti defendió el arco de Argentina en 18 encuentros, en los que recibió 19 goles y sumó cinco vallas invictas.
Un legado para toda la vida
Después de su retiro del fútbol, tras un error en un partido que Boca perdió ante Deportivo Armenio en 1989, que derivó en la irrupción de Carlos Fernando Navarro Montoya, otro arquero que marcó una época en el Xeneize, Gatti siguió vinculado al fútbol a través de los medios de comunicación, especialmente en España. Y en esa función de comentarista tampoco pasó desapercibido. Con frases y opiniones polémicas fue generando defensores y detractores.
Pero el Loco Gatti que será recordado por el mundo futbolero no será el que tenía un micrófono enfrente. El Loco Gatti que quedará en la inmortalidad es aquel que cambió el puesto de arquero para siempre. El que motivó que muchos chicos pidieran guantes de arquero para Navidad o para Reyes. El que fue ovacionado durante más de una década por la hinchada de Boca. Y respetado y admirado por el resto de las hinchadas del país. Ese mismo Loco Gatti que fue un ícono del fútbol argentino. Y que, a partir de este 20 de abril de 2025, se transformó en leyenda.