Cuando Batistuta jugó para Italiano y metió tres goles en un partido...

En el verano de 1989, el goleador vistió la camiseta del ACIA en un torneo de Italia y se despachó con un triplete en uno de los compromisos.

En los primeros días de enero de 1989, Sportivo Italiano recibió una invitación para participar de la cuadragésima primera edición de la “Coppa Carnevale”, un torneo de juveniles sub 21 que se disputa desde 1949 en Viareggio, en la región de la Toscana.

El Azzurro había participado en la Primera División del fútbol argentino en la temporada 1986-1987 y, por ese motivo, fue convidado para ser parte del certamen que se disputaría entre el 25 de enero y el 6 de febrero.

El DT Osvaldo Crosta formó un equipo con jugadores de las inferiores, como Mario Stumbo, Gabriel Slimmens, Oscar Arévalo, Mario Delgado, Adrián Álvarez, Ariel Alcaraz y Luis Sosa, y se sumaron chicos cedidos, a préstamo para la ocasión, por otros clubes.

Ese verano llegaron Osvaldo Rizzo de Aldosivi; Hugo Casajous, de Deportivo Español; Diego López Maradona, sobrino de Diego que jugaba en Argentinos Juniors; y Darío Franco, Marcelo Pereyra y Gabriel Batistuta de Newell’s.

Sí, Gabriel Omar Bastituta, el artillero que brilló en la Selección argentina, Boca Juniors y Fiorentina, entre otros, vistió la camiseta del ACIA.

Pasta de goleador

El “Bati”, nacido el 1 de febrero de 1969 en Avellaneda, Santa Fe, hizo las inferiores en la Lepra y debutó en Primera el 25 de septiembre de 1988 ante San Martín de Tucumán.

Con solo diez partidos arribó al “Tano”, junto con sus compañeros y los otros futbolistas, para viajar a Italia.

Italiano integró el Grupo B junto al Milan, el CSKA de Sofía y Nápoli. En el debut, el equipo de Crosta empató sin goles con el “Rossoneri”, actualmente máximo campeón del certamen con nueve títulos.

En el segundo encuentro, el elenco argentino se enfrentó con los búlgaros y goleó por 4 a 0, con un triplete de "Bati" y otro tanto lo convirtió Pereyra. Por la tercera fecha, jugó contra Nápoli e igualó 0 a 0, clasificándose a los cuartos de final.

En la instancia definitiva se midió con Torino, a la postre campeón del evento, y empataron 0 a 0, por lo que el cotejo se definió por penales. La serie quedó para el conjunto de Turín por 5 a 4, gracias a que el arquero Paolo Di Serno le contuvo el remate al pibe de la blonda cabellera.   

De visita en visita

El 31 de enero de ese año, el Nápoli de Diego Armando Maradona jugó contra Pisa por el partido de ida de la Copa Italia y, debido a la cercanía con Viareggio, el astro se acercó a la concentración del Sportivo Italiano para saludar a su sobrino y a los otros chicos del plantel.

Allí, los chicos aprovecharon para sacarse fotos con el ídolo de los napolitanos y “Bati” fue uno de ellos, sin saber que, solo un par de años después, compartirían los campos de juego con la Selección…

Cuando el cuadro argentino volvió al país, antes de dirigirse al aeropuerto, los juveniles tendrían otra experiencia inolvidable. Por un intermedio de un allegado, pudieron visitar el Vaticano y conocer al Papa Juan Pablo II, quien conversó y hasta posó y se fotografió con la delegación.