Castaño fue recibido por una multitud y llevado en autobomba por el barrio

Como un verdadero héroe, familiares, amigos y vecinos esperaron al boxeador en Ezeiza. Luego fue paseado en un vehículo de los bomberos por La Matanza.

Al grito de “dale campeón, dale campeón”, Brian Castaño apareció por la puerta de arribos del aeropuerto internacional de Ezeiza y los aplausos, los gritos y las lágrimas de emoción ganaron el hall central.

El Boxi, visiblemente emocionado por el recibimiento, se sacó fotos y saludó a las ciento de personas que se acercaron para “hacerle el aguante”, felicitarlo por lo realizado en la segunda pelea contra Jermell Charlo y darle aliento para que siga tras su sueño.

Una vez en el barrio, una autobomba de los Bomberos Voluntarios de La Matanza lo esperaba para "pasearlo" por esas calles que lo vieron crecer, como deportista y como persona, y para que los vecinos le brindaran su gratitud en cada metro.

“Llegó la hora de disfrutar de la familia, de los amigos y del barrio. Descansaremos unos meses y después comenzaremos a trabajar para volver a ser campeones del mundo”, dijo el de Isidro Casanova.