Pablo Nieva, entre la alegría por el primer triunfo y el orgullo por su hija

En la conferencia de prensa, el DT se refirió a la primera victoria como entrenador del Verde pero también se emocionó por el trabajo de su primogénita al ayudar a los damnificados de Bahía Blanca.

Prensa Laferrere

Todo era alegría y excitación en el vestuario de Deportivo Laferrere por el primer triunfo en el Torneo Apertura de la Primera B ante Armenio.

El DT Pablo Nieva sale al pasillo en común con los otros vestidores (el de los árbitros y de los visitantes) y se presta para la conferencia de prensa, pero se sale del libreto y, con el corazón en la mano, comienza su alocución.

“En el 2002, me toca salir campeón con el club de mis amores y mi hija cumplía tres meses. 23 años después, como técnico gano mi primer partido con el club que amo. Mi nena, hoy es una mujer, trabaja en la Fuerza Área, en la Base de El Palomar, en el sector carga y despacho. Estaba de vacaciones, pero por lo que pasó en Bahía Blanca, renunció a sus vacaciones y se puso a disposición de sus superiores”, contó el entrenador.

Y continuó: “Anoche hablé con ella y me dijo ‘papi, no doy más, estamos desde las cuatro de la mañana cargando los Hércules’. Entonces, hoy capaz que me dicen, ‘Pablo, ganamos, el primer triunfo’, yo les puedo asegurar que ya gané en la semana con mi hija habiendo colaborando con los hermanos bahienses. No sabés el orgullo que tengo”.

Emocionado por la labor de su hija, y de miles de almas que colaboraron con los damnificados por el temporal, Nieva expresó: “Hoy no me hubiera gustado ser técnico, me hubiese gustado ser camionero, tener un camión y ayudar a la gente de Bahía junto a mi hija y todos lo que están colaborando”.

“Yo no vine a pelear el descenso”, marcó Pablo Nieva

Al momento de hablar sobre el primer éxito como DT de Lafe, Pablo indicó: “Les agradezco a todos por el apoyo en estos meses. Solo vi que a mi equipo lo superaron en los primeros 20 minutos con Real Pilar, que el equipo era duro y jugábamos por primera vez como local. Pero después, nunca me sentí superado”.

“Es un equipo joven que nunca los va a dejar en banda. Merecíamos esto para darle una alegría a nuestra gente. Con Armenio cambiamos el esquema y salió bien, y si no sale, vamos a correr, vamos a cometer un montón de errores, pero estos pibes no te van a dejar tirado nunca”, señaló.

Y agregó: “No tuvimos un partido brillante ni jugamos de la mejor forma, pero sumamos de a tres. Y ojalá que el próximo partido, la cancha esté repleta y los chicos vivan lo que yo viví como jugador, y que la gente venga a alentar a estos pibes desconocidos, en un equipo sin estrellas, pero que dejan todo por la camiseta. Ese es mi sueño”.

Por último, el entrenador remarcó lo que le gustó en el compromiso con el Tricolor. “Me gustó la concentración y el orden que tuvimos atrás. Y a partir de ahí, pudimos crecer para adelante. Tenemos un equipo veloz, que vuela, y cuando ellos lo entiendan, seguramente vamos a estar en la pelea. Este es el camino, en silencio. Hoy estamos en aguas calmas, pero ya nos va a venir la ola que nos lleve para adelante. Yo no vine a pelear el descenso. Armé un equipo para no pelear el descenso”, sentenció Pablo Nieva.