El Mirasol festeja 103 años de vida y pasión matancera
En un nuevo aniversario de la entidad aurinegra, se renueva el deseo máximo de llegar a la Primera División.
En la antesala de un nuevo torneo y envuelto en la expectativa de buscar el ansiado ascenso a Primera, Almirante Brown festeja este viernes sus 103 años de vida y arraigo matancero.
El club más populoso del distrito empezó a caminar un 17 de enero de 1922, fruto de la visión y la pujanza de un grupo de vecinos de San Justo, entre los que se encontraban Segundo Boragno, Francisco Deverech y Juan Sabás Nicolini.
La tarea de estos jóvenes emprendedores y visionarios fue la de destildar la pausa de una institución que ya había tenido una fundación en 1912. “Como en el ánimo de los presentes existe el interés que esta entidad lleve por nombre Centro Atlético y Recreativo Almirante Brown en homenaje a una entidad de igual nombre que hace pocos años fuera única en cimentar y prestigiar el fútbol de este pueblo, se resuelve sostener este nombre en una próxima asamblea”.
A partir de allí, la entidad fue desandando su camino en el mundo del fútbol. Primero, en ligas locales, y, luego, en los certámenes de AFA. El progreso sostenido en la actividad fue de la mano del crecimiento popular, hasta convertirse en el club más convocante de la zona.
Mirando el espejo retrovisor, pasaron dos canchas, ascensos y descensos, y una prolongada estadía en las competencias del fútbol sabatino. El sueño máximo de pisar la Primera División sigue más latente que nunca. Se arañó hace dos temporadas, con una marea de 30.000 hinchas alentando en la final de Córdoba.
Cada cumpleaños del Mirasol se fortalece el vínculo sentimental. También los deseos de una hinchada que ya demostró ser de Primera. En 2025, La Fragata irá otra vez por su sueño, con el mismo entusiasmo de aquellos quijotes de San Justo.