El Mirasol consiguió una victoria que renueva la ilusión

Con un golazo de Rodrigo Vélez, el primero desde que está en el club, y otro de Nazareno Bazán, el sobrino de Daniel Bazán Vera, que también debutó en la red, Almirante le ganó muy bien a Independiente Rivadavia de Mendoza por 2 a 0 y quedó a cinco puntos de la zona de Reducido. El equipo del Morrón Benítez se mostró muy sólido y dejó buenas señales de cara a la recta final del torneo.

Foto: Prensa Almirante Brown

Hay triunfos que pueden marcar el inicio de algo bueno. Y el que logró Almirante Brown ante Independiente Rivadavia de Mendoza en la noche de este martes, en el Fragata Sarmiento, puede ser uno de ellos. Por el momento del campeonato, que está ingresando en la recta final, y, fundamentalmente, por la autoridad que exhibió el equipo de Jorge Benítez ante un rival de jerarquía, que hace rato se mantiene dentro de la zona de Reducido.

El 2-0 a la Lepra mendocina, además, dejó varias actuaciones individuales con calificaciones altas y dos goles que, por diferentes motivos, ya ingresaron a la lista de festejos inolvidables.

El primero porque significó el debut goleador de Rodrigo Vélez, que se dio el gusto de gritar por primera vez con la camiseta aurinegra a los seis minutos del complemento con un derechazo memorable desde más de 30 metros que se coló en el ángulo superior derecho del arco defendido por Jorge De Olivera.

El golazo inolvidable de Rodrigo Vélez para poner el 1-0.

Y el segundo porque lo hizo Nazareno Bazán, el sobrino de Daniel Bazán Vera, el Indio, nada menos que el futbolista que más goles marcó en la historia del club. Por eso, esa excelente definición de Naza por encima del cuerpo de De Olivera, a los 39 minutos, se vivió como la continuidad de un legado familiar, como si fuera la segunda parte de una historia que, parece, tendrá más capítulos felices.

El primer festejo de Nazareno Bazán, para liquidar el partido.

Con esta victoria, Almirante se alejó considerablemente de los puestos de descenso (quedó a nueve de Santamarina, el anteúltimo de la tabla) y se acercó a los puestos de clasificación al Reducido por el segundo ascenso ya que, ahora, está a cinco de Brown de Adrogué, el último que se estaría clasificando hasta el momento, pero aun con ocho equipos por encima.

En la próxima fecha, el Mirasol tratará de conseguir algo que resulta esencial para prenderse definitivamente en la pelea por ingresar al grupo que luchará por el segundo ascenso: ganar dos partidos seguidos, algo que aun no pudo lograr en el torneo. El rival será complicado: Ferro, en Caballito, el lunes 15, a las 21.10, en lo que será otro encuentro clave, de esos que pueden marcar un antes y un después. Como el que disputó este martes a la noche ante Independiente Rivadavia, y que terminó con el pueblo mirasol a puro festejo. Y con la ilusión renovada.