Bazán Vera: “Nazareno es mucho mejor que yo”

El histórico artillero aurinegro contó cómo vive el presente de su sobrino y se refirió a las críticas que recibe cuando no convierte. “Es una posición linda, pero muy injusta”, reflexionó.

Cuando se habla de goles en Almirante Brown, el apellido Bazán surge instantáneamente. Desde hace 30 años, la referencia es ineludible. Será cuestión de piel, de sangre o de vocación. El ayer es Daniel Bazán Vera, histórico artillero de la institución; el hoy, Nazareno Bazán, el goleador de la versión aurinegra 2023.

“(Nazareno) Está en un club pasional. Él siente y quiere mucho la camiseta. Se lo he inculcado y lo ha vivido conmigo. Hablo mucho con él. Tengo una gran relación, casi como de padre a hijo. Más allá de lo que le pueda decir, en la cancha son milésimas de segundos en las que tiene que decidir”, cuenta el Indio, campeón con La Fragata en 2010.

Conocedor del almíbar del éxito, Daniel sigue de cerca los pasos de su sobrino, el heredero de los festejos. Y acentúa su rol de consejero cuando las cosas no van del todo bien. Porque no siempre el delantero vive sonriendo. Cuando la puntería viene torcida, el goleador de raza suele toparse con la frustración.

“Es parte del fútbol -atempera Dany-. Nazareno tiene la capacidad y la cabeza, pese a su juventud, porque lo ha vivido en toda mi carrera. Sabemos que es una posición muy linda y, también, muy injusta. Él viene jugando muy bien. Obviamente, le va a jugar en contra el apellido y, sobre todo, el número que tiene en la espalda”.

Daniel Bazán Vera posa con Nazareno en la campaña de 2010, que terminó con el ascenso del Mirasol a la Primera Nacional.

A punto de cumplir los 50 años, Bazán Vera explica con la sabiduría de la experiencia cómo se transita un momento de viento en contra, como el que sorteó Nazareno hace unas fechas, cuando estuvo tres partidos sin convertir. Con el agravante, además, de haber fallado un penal: “Cuando hace goles tampoco tenemos que pensar que es el mejor ni que va a ser el salvador. Obviamente, va a pasar situaciones como las que no le tocó convertir, pero, en realidad, no hay que calificarlo por el gol sino por cómo juega dentro de la cancha”.

El otro obstáculo, que crece y desaparece según su fortuna en la red, es el de la permanente comparación. Y allí el Indio no dejó dudas, como cuando pisaba el área grande. “Es totalmente diferente a mí. Es mucho mejor. Se mueve bien dentro de la cancha, tiene buen dominio de pelota y buen pase... Es más completo que yo. No tienen que esperar un jugador como fue el tío. Tienen que esperar otra cosa, porque tiene otras condiciones. No tengo dudas de que se va a ir complementando cada vez mejor y, con el tiempo, vamos a ver al jugador que estuvo en la Primera de Vélez y que fue sparring de la Selección”.

Palabra de goleador, más autorizada que ninguna.