Almirante Brown, cien años de pasión y crecimiento

El Mirasol cumple el primer centenario de vida y lo encuentra en plena búsqueda de su máximo sueño: llegar por primera vez a la Primera División. La primera fundación fue en 1912 y, luego de un par de años inactivos, se refundó diez años más tarde.

“En San Justo, partido de La Matanza, de La Provincia de Buenos Aires, a los diecisiete días del mes de enero del año mil novecientos veintidós, siendo las 9 y 30 hs, los abajo firmantes resuelven constituirse en comisión iniciadora de una entidad deportiva y recreativa.

Como en el ánimo de los presentes existe el interés que esta entidad lleve por nombre Centro Atlético y Recreativo Almirante Brown en homenaje a una entidad de igual nombre que hace pocos años fuera única en cimentar y prestigiar el fútbol de este pueblo, se resuelve sostener este nombre en una próxima asamblea”.

Cien años pasaron, nomás, de aquella tinta sagrada que regó el acta iniciática de la institución aurinegra, después de una fundación en 1912 y con algunos años en pausa en la actividad deportiva. En San Justo no había más de 3.000 habitantes. Tampoco asfalto. Solo algunas carretas tiradas por caballos.

Fue la semilla de la pasión que conocemos por estos días. Con alegrías, tristezas, sonrisas, amarguras y el deseo latente de pisar, por primera vez en la historia, el suelo de Primera División.

Los títulos, los descensos, las tardes en el Fragata Sarmiento, la vida social de la sede y la Ciudad Deportiva fueron escribiendo la historia del club decano del Partido de La Matanza (Estudiantil Porteño nació en 1902, pero en CABA).

A continuación, un breve repaso de sus hechos históricos, con algunas particularidades que marcaron el recorrido centenario, desde la pujanza y visión de sus fundadores (Juan Sábas Nicolini, Segundo Boragno y Francisco Deverech, entre otros) hasta el presente encumbrado como animador en la segunda categoría del fútbol argentino.

Futbolistas mirasoles de la década del 60 posan con una de las primeras mascotas del club.

El origen de los colores: Proviene del Central Uruguay Railway Cricket Club (CURCC), que tomó los colores del uniforme de la locomotora inglesa “Rocket”. El primer juego completo de camisetas fue comprado por unos de sus fundadores, Enrique Premoli, en la Ciudad de Buenos Aires. En ese momento, la disponibilidad de las prendas del CURCC obedecía a que la mayoría de los productos textiles se enviaban desde Buenos Aires a Montevideo, dado que las importadoras uruguayas de ese rubro tenían sus sedes en la Capital Federal.

La cancha de San Justo: Estaba emplazada entre las calles Matheu y Almafuerte. Allí obtuvo los torneos de 1956 (Tercera de Ascenso) y 1965 (Segunda de Ascenso), hasta que debió mudarse al campo actual de Isidro Casanova para apuntalar la expansión deportiva y social. El pequeño recinto matancero llegó a albergar a 5.000 espectadores.

La vieja cancha de San Justo, ubicada entre las calles Matheu y Almafuerte

El Fragata Sarmiento: El 14 de junio de 1969, el Mirasol debutó en el suelo casanovense, en el predio que hoy lleva el nombre de Don Luis Mendoza, uno de los dirigentes ilustres de la entidad. Fue escenario del ascenso al Nacional B en 1987; de la histórica chance malograda en 1992, en la final ante San Martín de Tucumán, del regreso a la segunda categoría en 2010 y de los históricos partidos oficiales contra River Plate e Independiente. El último éxito deportivo, en 2020, tuvo la singularidad de que se registró a puertas cerradas, a causa de las restricciones por la pandemia de COVID-19. Con un aforo de 25.000 personas, el estadio se encuentra en estudio de remodelación y ampliación.

El Fragata Sarmiento, la casa aurinegra, cuenta con una capacidad de 25.000 espectadores.

La sede social: Se inauguró en 1952 y sirvió como envión para la reafiliación en la Asociación del Fútbol Argentino, en 1955. Albergó cientos de asambleas, festivales y fue la casa del básquet y del patín de la institución. También se desarrollaron artes marciales, esgrima y fútbol infantil. Hace un año, con motivo de la alianza comercial entre el club y la cadena de gimnasios “Sport Club”, se modernizó la fachada, el ingreso y la estructura edilicia en su totalidad.

Ascensos: 1956 (Tercera a Segunda); 1965 (Segunda a Primera B), 1987 (Primera B a Nacional B); 2007 (Primera B a Nacional B); 2010 (Primera B a Nacional B) y 2020 (Primera B a Nacional B). Descensos: 1998 (Nacional B a Primera B); 2008 (Nacional B a Primera B) y 2014 (Nacional B a Primera B).

Daniel Bazán Vera levanta el trofeo del torneo 2010, que significó el ascenso a la B Nacional.

Otras disciplinas: En la actualidad, el club ofrece un abanico de diferentes especialidades deportivas. Como tenis, hockey sobre césped (femenino y masculino), handball, patín, básquet, futsal y fútbol femenino. A lo largo de su siglo de vida, también contó con vóley, béisbol, rugby, artes marciales y esgrima.

Contra los “grandes”: El Mirasol se cruzó contra lo cuatro colosos del fútbol argentino que cayeron en desgracia. El primero fue San Lorenzo, en 1982 (0-1 y 2-0), ambos partidos jugados en Vélez Sársfield; luego vino Racing Club (84-85, tres empates y una caída), River Plate (2011-12, un empate y una derrota) e Independiente (2013-14, un triunfo y una igualdad).

Diego Cisterna festeja el gol contra River Plate, en el Fragata Sarmiento, en el empate 1 a 1 por la B Nacional 2011/12.

Próceres deportivos: Entre los cientos de futbolistas que grabaron a fuego su paso por el club sobresalen el “Rusito” Harguinteguy y Roberto Migliore (ambos en la época amateur) Daniel Bazán Vera (máximo goleador en la Era Moderna), Raúl Martini (el de mayor presencias) y dos valores del semillero que tocaron el cielo de un seleccionado: Oscar Valdéz (fue internacional con España) y Gastón Giménez, quien vistió las camisetas de Argentina y Paraguay. Del otro lado de la línea de cal, Blas Giunta ostenta el privilegio de ser el único entrenador con dos ascensos de categoría.