Un amor prohibido en los tiempos de Juan Manuel Rosas

La escritora Florencia Canale en su última novela “Pecadora” narra el trágico romance de Camila O ‘Gorman, y el cura Ladislao Gutiérrez a mediados del siglo XIX. La autora recrea los orígenes de cada uno y su encuentro definitivo en la vida y en la muerte. Además, pone a andar al lector en la Buenos Aires de la mazorca y la lucha entre unitarios y federales.

Por Daniel Artola

La novela histórica y romántica se convirtió desde fines del siglo pasado en un espacio de irrupción de muchas y buenas escritoras que mezclan la recreación de hechos verídicos y personas que rompieron las reglas de su tiempo. Así abundaron las novelas sobre las relaciones sentimentales de los próceres para bajarlos del pedestal.  En ese sentido, la ex modelo publicitaria y periodista Florencia Canale es una de las firmas más convocantes. En noviembre pasado publicó “Pecadora, la pasión de Camila O ‘Gorman” (Planeta), la historia real de su relación con  el sacerdote Ladislao Gutiérrez.

Por orden de don Juan Manuel de Rosas, en medio de una gran presión social para que se condene a los reos, se dispuso el fusilamiento de los enamorados. El escándalo era mayúsculo: el sacerdote había roto sus votos de castidad con la joven de la alta sociedad porteña que daba clases de catecismo.

El hecho conmocionó a todo el mundo ya que los amantes se habían fugado de Buenos Aires a Goya. Los comentarios y el chismorreo ganaron la calle. El acto de herejía indignó a obispos, doctores y hasta al mismo padre de Camila, quienes  pidieron penas ejemplares.

De esta manera, la pareja lavó las culpas ajenas de las eminencias reverendísimas que ocultaban tras los muros amantes y descendencia. El amor, lo prohibido, aquello que no se puede, es el hilo de este texto que refleja las tensiones políticas y sexuales con la sombra, si se permite el término sarmientino, del “Restaurador de las leyes”, que todo lo sabe y juzga.  

“Fue una historia desgarradora de esta joven de la sociedad porteña y su amor prohibido. La defino como la tragedia shakesperiana más horrorosa del siglo XIX”, consideró Canale en la TV Pública. La autora nacida en Mar del Plata comparó los hechos como “un vía crucis” por haber querido vivir la pasión a la vista de todos, en libertad. Canale sostiene que la sociedad no perdonó esa rebeldía y en cambio hubiera aceptado que compartieran una vida marginal, de puertas adentro. “Ella pudo haberse salvado si decía que había sido raptada, pero eligió correr la misma suerte que Ladislao”, apunta la autora de “La Libertina”, otro libro publicado en 2021.

Precisamente en este trabajo, la protagonista es Madame Périchon que llegó de Francia al Río de La Plata a fines del siglo XVIII y vivió “la vida que quiso”. Fue espía, doble agente, amante del virrey Santiago de Liniers y… abuela de Camila.  La mujer eligió a su nieta para transmitirle su independencia, sus ansias de ir contra la corriente.

Rosas movió cielo y tierra para encontrar a los fugitivos hasta que alguien los reconoció en Goya, donde se hicieron pasar por maestros. Fueron fusilados al mismo tiempo en el partido de San Martín el 18 de julio de 1848. Tenían algo más de 20 años y esperaban un hijo. 

La novela trabaja con solidez el devenir de la pareja y, también, el momento histórico que vivía Buenos Aires bajo el mandato del caudillo federal y los unitarios exiliados en Montevideo. “La sociedad quería sangre”, explica Canale en el mismo reportaje y destaca la calidad de heroína de Camila junto a Ladizlao, el joven tucumano que se había ganado el respeto de la curia porteña.

La versión cinematográfica

Para varias generaciones Camila y Ladislao no son desconocidos porque sus vidas fueron llevadas al cine por María Luisa Bemberg y con los protagónicos de Susú Pecoraro, el casi desconocido (en esos tiempos) actor español Imanol Arias, y Héctor Alterio.

La película, que fue estrenada en 1984, en los comienzos del gobierno democrático de Raúl Alfonsín, significó una bocanada de aire fresco tras años de censura militar y tuvo tanto impacto que fue nominada al Oscar en el rubro Mejor film de Habla no Inglesa y ganó el premio a Mejor Actriz en el Festival de La Habana.

El libro de Canale agrega capítulos sobre la crianza de la pareja, el crecimiento, sus aspiraciones e ideales, la relación con los padres, en el caso de ella, y la condición de huérfano del novio.

Sostiene Canale que la pareja se envolvió en el misticismo para enfrentar la muerte fruto de la fe que practicaban pese a todas las arbitrariedades. Desde afuera, parecía de Dios se había olvidado de ellos, sin embargo, los condenados supieron que si su amor no era posible en la tierra, se consagraría en el cielo.

“Ladislao, ¿estás ahí?”

“A tu lado Camila”

Se escuchan disparos del pelotón de fusilamiento.