Una tarde mágica entre canciones y valores: el regreso de “La familia del Encanto” al Teatro Universidad

Tras su exitosa función en vacaciones de invierno, el espectáculo retornó al auditorio y brindó una nueva presentación, que deslumbró a espectadores de todas las edades. “¡Es una doble emoción poder volver!”, valoró la directora y actriz protagónica, Agostina Berois.

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Los niños anhelan conocer personalmente a los personajes que forman parte de sus películas animadas favoritas, como pueden ser los integrantes de la entrañable familia Madrigal, perteneciente al filme Encanto. Este sábado por la tarde, muchos chicos, junto a sus seres queridos, pudieron cumplir ese sueño en el Teatro Universidad (Florencio Varela 1.903, San Justo). Es que el escenario del auditorio recibió por segunda vez -tras su exitosa función de vacaciones de invierno- a la deslumbrante obra musical La familia del Encanto, inspirada en el largometraje de Disney.

“La primera vez que vinimos nos sentimos súper bien, el público estuvo increíble y la energía que se sintió fue hermosa. ¡Esta vez sucedió exactamente lo mismo! Así que la función es mucho más que especial, porque es una doble emoción para nosotros poder volver”, valoró la directora y actriz protagónica, Agostina Berois, en diálogo con El1 Digital.

Asimismo, sobre el Teatro Universidad resaltó: “Nos sentimos súper tranquilos, la acústica que tiene es preciosa, ¡y poder probar sonido tanto tiempo es soñado! Siento que tiene algo lindo, mágico, ¡es súper grande, no lo puedo creer! La verdad, toda la estructura es preciosa”.

Por su parte, Facundo Martínez, que interpreta a todos los personajes masculinos de la obra -en escena y en off-, destacó: “Este Teatro es increíble, estando acá adentro no te das cuenta que también estás adentro de una Universidad. Es hermoso, enorme, ¡el sonido! La vista que tenemos nosotros hacia el público es increíble, y desde la platea también se ve muy bien. La verdad que es excelente, y desde que llegamos a la Universidad nos han tratado de maravilla”.

Una historia que alegra el corazón

El relato se enmarca en Colombia. Todo comienza cuando, tras escapar de su hogar, la abuela de la familia protagónica lleva consigo una vela que le otorga dones mágicos a su casa, a sus hijos y descendientes. Desde ese momento, el pueblo vive bajo la protección del hechizo, que luego es amenazado por una visión del pasado. Sin embargo, una joven intenta salvar los dones y el milagro de sus seres queridos.

A lo largo de la función, aparecieron en escena los distintos integrantes del grupo familiar, como Mirabel, su hermana Isabela, su tío Bruno y su abuela Alma, entre otros. Todos ellos invitaron a los presentes a transitar una inolvidable aventura interactiva, que estuvo musicalizada por los clásicos hits del filme, por ejemplo, “No se habla de Bruno”, “Un regalo mágico” y “Dos oruguitas”.

“En la obra se transmite el valor de la aceptación dentro de la familia. Es aceptar a cada miembro con sus particularidades, con sus cosas buenas y malas. También respecto a quien tiene un don bueno, malo, o no lo tiene. La moraleja es que cada uno es mucho más que un don”, subrayó Martínez.

Detrás de escena

Además de Agostina y Facundo, el elenco de la obra está conformado por Ornella San Roman, Florencia Gauna, Micaela Jacu, Daniela Rubiatti y Abril Cantilo. Asimismo, Agostina se encarga de la dirección general, Mica Jacu de la dirección vocal, Dreams Producciones de la adaptación y el vestuario, y Emi Miguez de la producción general.

El equipo arribó al flamante auditorio cerca del mediodía y dio inicio a una jornada que siempre consta de tres instancias -respecto a la función-: el antes, el durante y el después. Sobre la previa del show, la protagonista describió: “Para mi es sagrada, un momento para conectar con tu personaje, maquillarte y estar con tus compañeros en el camarín. Además, probamos sonido en el escenario, con diálogos de cada papel y partes de canciones; también hacemos una prueba general con la pista en la que cantamos todos”.

A continuación, sobre el desarrollo de la puesta, reveló: “Implica estar más atentos a lo que estamos haciendo en escena. Cada función es única porque la gente recibe todo de distinta forma, por ejemplo, hay escenas en las que quizás se ponen del lado de un personaje y, en otras, de otro. Esa conexión con el público, para mí, es lo más divertido de hacer esta obra”.

Una singularidad es que La familia del Encanto no termina cuando los artistas saludan a los espectadores desde el escenario, ya que resta un momento muy especial para los niños: ¡la foto con sus personajes favoritos! Y así ocurrió en el hall del flamante auditorio. “Es un momento donde descontracturamos un poco y tenemos la oportunidad de conocer a los chicos, saludarlos, charlar con ellos y que se lleven la fotito de recuerdo”, concluyó Agostina.