Se celebra el Día Nacional del Teatro y Teatro Independiente

Este 30 de noviembre se recuerda a La Ranchería, el primer teatro argentino.

En 1979, por iniciativa del Instituto Nacional de Estudios de Teatro (INET), instituida por el Decreto N° 1586 del Poder Ejecutivo Nacional, cada 30 de noviembre se conmemora el Día Nacional del Teatro y Teatro Independiente. Esto se debe en homenaje al primer teatro que se inauguró el 30 de noviembre de 1783: La Ranchería, que estaba ubicado en la intersección de las actuales calles Alsina y Perú.

Fue el primer espacio donde se representaron piezas dramáticas en el Buenos Aires colonial. Sin embargo, tuvo un trágico final: el 16 de agosto de 1792, durante la celebración de fiestas patronales, un cohete disparado desde el atrio de la iglesia de San Juan Bautista impactó sobre el techo de paja del galpón. La sala ardió por completo llevándose obras y toda la historia del primer teatro nacional.

Historia del primer teatro

Durante el período colonial, Buenos Aires carecía de un edificio teatral estable. Las manifestaciones teatrales se asociaban a los ámbitos religioso y político. La ciudad tuvo un vertiginoso crecimiento al designarse capital del Río de la Plata y surgió un gran público para las diferentes manifestaciones artísticas y culturales.

Hacia 1783, las representaciones teatrales eran aisladas, gratuitas pero costeadas por ciudadanos de la elite porteña. Entonces, el virrey Vértiz dispuso que continúen de forma paga y que los fondos se destinen a la Casa de los Niños Expósitos. Consultó al Cabildo la conveniencia de la instalación de un teatro para proporcionar al pueblo alguna diversión pública. Entonces, el Cabildo dio su aprobación, con algunas restricciones.

Su construcción

El emplazamiento del teatro se realizó en el patio de la Ranchería (lugar que los jesuitas destinaban para alojamiento de la servidumbre), que dio origen a su nombre. El 30 de noviembre de 1783 quedó oficialmente inaugurado el Teatro de la Ranchería.

Conocido también como Casa de Comedias, allí se estrenaban comedias, dramas y tonadillas cantadas al estilo español. En el carnaval de 1789 se estrenó la primera obra de autor criollo en Buenos Aires, denominada Siripo, de Manuel de Lavardén. Se trató de una tragedia en cinco actos.

El 16 de agosto de 1792, durante la celebración de fiestas patronales, un incendio destruyó la sala por completo. Hasta la construcción del Teatro Coliseo en 1804, Buenos Aires permaneció sin teatro, pero la actividad se realizaba en cualquier lugar adecuado y accesible para los asistentes.