Gabriela Mansilla, sobre la película 'Yo Nena, Yo Princesa': “Va a salvar muchas vidas”

Hay películas que no solo entretienen, sino que, sobre todo, visibilizan temáticas que invitan al público a reflexionar, como es el caso de Yo Nena, Yo Princesa, que debuta este jueves en diversas salas de cine del país. El filme, con guion y dirección de Federico Palazzo y rodado en la Universidad Nacional de La Matanza, está basado en el libro de Gabriela Mansilla, titulado Yo nena, yo princesa. Luana, la niña que eligió su propio nombre. Allí, la presidenta de la Asociación Civil Infancias Libres (ACIL) cuenta la lucha por el respeto de la identidad de género de su hija Luana, quien- en 2013- fue la primera menor trans en el mundo en tener un documento oficial acorde a su identidad de género sin necesidad de judicializar el trámite.

El texto tuvo su origen en las notas que Gabriela comenzó a escribir en 2011, cuando Luana tenía cuatro años, y se había contactado con la Licenciada en Psicología Valeria Paván, que integraba la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). Como tenía que contarle a la profesional lo que la niña vivía a diario, y temía olvidarse alguna cuestión en el momento del encuentro, Mansilla tomaba nota de todo, tanto para Valeria como para su cuaderno. Años después, llevó a cabo la transcripción y el material tomó la forma del libro publicado en 2014.  

“A Lulu le entregan el DNI después de un año de haber iniciado el trámite, ya que lo arrancamos cuando tenía cinco añitos, pero la Ley de Identidad de Género recién se aprobaba y nos lo negaron. En 2013 se lo dieron y los medios de comunicación hablaban por mí, la gente sacaba su reflexión por mí, decían lo que querían de nosotras, y no nos conocían. Ahí entendí que teníamos que salir a contarlo, que era una lucha colectiva, que quizás había otras mamás, niñas trans o niños trans pasando por la misma situación, entonces quería salir a contar nuestra verdad, que se escuchara toda esta historia, pero por nosotras, y quizás con el objetivo de salvarle la vida, o de sacar de abajo de la cama -que lo muestra muy bien la película- a cualquier otra niñez que estuviera sufriendo lo que sufrió Luana”, explicó la escritora en diálogo con El1 Digital.

Cabe destacar que tanto el libro como la película de Yo Nena, Yo Princesa fueron acompañados por dos universidades públicas y nacionales. En el caso del texto fue publicado por la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), y su transposición a la pantalla grande la realizó la Universidad Nacional de La Matanza. Respecto al rol de las Casas de Altos Estudios en este tipo de proyectos, Gabriela destacó: “Le da un marco de veracidad, de contundencia, tiene una implicancia enorme que dos universidades acompañen la historia, porque acá hay instituciones del Estado que son muy importantes, que avalan y le ponen ese marco institucional que tiene que tener esta historia, ese compromiso”.

En cuanto a su conocimiento de la UNLaM, Mansilla ya había asistido en varias oportunidades previas, tanto para presentar su libro como para proyectar el documental realizado por Valeria Pavan y María Aramburú. “Siempre me abrieron los brazos, y abrieron los brazos a este tema, eso es importante, y con esto de acompañar, prestar la locación y estar firmes con la peli, fue como estar en casa”, resaltó.

Hacia la pantalla grande

En el largometraje producido por Grupo Octubre, UNLaM, Tronera Films, Arco Libre, Aleph Media y HSVG Producciones, Gabriela es interpretada por la prestigiosa actriz Eleonora Wexler. Asimismo, el elenco protagónico de la ficción audiovisual se completa con Juan Palomino, Isabella G. C. y Valentino Vena, y hay participaciones especiales de Valentina Bassi, Paola Barrientos, Paula Morales, Fabián Vena, Mariano Bertolini, Lidia Catalano y Héctor Bidonde, entre otros.

Para la escritura del guion, Palazzo tuvo varias instancias de reuniones con Gabriela y su familia, lo que le permitió saber dónde poner los claroscuros y las metáforas dentro del filme y mantener todas aquellas cuestiones que funcionaban como vectores fundacionales de la vida de los protagonistas. “Siempre rescato la sensibilidad y el respeto que tuvo Federico para conmigo, mi familia y la historia, el hacerme partícipe, escuchar mis opiniones y reflexiones”, valoró la escritora de Yo Nena, Yo Princesa y, a su vez, expresó: “Es una peli que tiene muchos matices, por un lado, es un camión que te pasa por arriba y, por otro lado, es un bálsamo, ya que está tan bien contada que al mismo tiempo te acaricia, porque la violencia fue extrema y acá está planteada de una manera súper cuidada y poética”.

Por último, Gabriela subrayó: “El compromiso con el que se tomó llevar al cine esta historia es para tener herramientas, es como un elemento que va a servir para salvar muchas vidas. Me parece que lo más importante es qué se va a llevar la gente después de ver la película y cuál va a ser la acción que van a tomar, si van a cambiar algo de su pensamiento, dentro de su corazón, de sus acciones, se van a llevar un montón de información que es ignorada y por eso se violenta a las niñeces travestis y trans. La película va a reparar, en algún punto, las infancias de muchas personas de la comunidad travesti y trans; el mensaje que tiene es revolucionario”.