Rubén Otero: “Lo que viví en Malvinas me dio fuerzas para seguir a flote”
El veterano de guerra de Malvinas y actor llega al Teatro Universidad con su obra “Seguir a flote”. La entrada es solidaria.
La Guerra de Malvinas quedó en la memoria colectiva y ha inspirado a contar lo ocurrido a través de diferentes canales como películas, libros, entrevistas y obras teatrales. A 43 años de este acontecimiento, el Teatro Universidad invita a la comunidad a la obra Seguir a flote, del combatiente Rubén Otero, que se presentará el viernes 9 de mayo a las 20. La entrada es solidaria.
Seguir a Flote, protagonizada por el propio Otero, es una experiencia emocionante que sumerge a los espectadores en la historia de Rubén Otero, un veterano de guerra que comparte su supervivencia del hundimiento del Crucero ARA General Belgrano. Con música, proyecciones audiovisuales y relatos impactantes, Otero traslada al público a un viaje lleno de emociones, desde la incertidumbre hasta la esperanza y la superación. También invita a reflexionar sobre la importancia de recordar y valorar a los héroes, para que nunca sean olvidados.
A través de los ojos de un veterano, es una oportunidad única para conectar con una parte de la historia de Malvinas que inspira a seguir luchando por los ideales y valores.
¿Cómo nació este lado artístico?
Tengo dos hermanos que tocan instrumentos y siempre compartíamos ese gusto por la música. Luego del conflicto bélico, en 1996 me probé dentro de un conjunto musical... una banda tributo a The Beatles. No lo podía creer y en ese momento necesitaba pensarlo porque no me sentía cómodo haciendo música inglesa, hasta que me involucré con la banda tocando la batería. Más tarde, en 2005, tuvimos la oportunidad de viajar a Liverpool.
¿Cómo fue tu acercamiento al teatro?
Antes de hacer Seguir a flote, participé de otra obra llamada Campo minado, dirigida por Lola Arias. Estábamos seis veteranos de Malvinas (tres argentinos, dos ingleses y un ghurka) y realizamos la obra en 19 países, 36 ciudades y tuvimos 193 funciones. En esa obra cuento una parte pequeña de lo que viví en el Crucero ARA General Belgrano. Desde un comienzo, a la directora le interesó mucho mi historia de vida y me animé a subir al escenario.
¿Cómo surgió plasmar tu vida arriba del escenario?
Todo lo que había vivido con la anterior obra despertó las ganas de contar a la gente mi experiencia en la guerra desde mi inicio en el servicio militar. En Seguir a flote, relato todo lo que ha pasado con el hundimiento del Crucero, mi vida civil, mi banda de rock hasta la actualidad. También hay imágenes de aquella época, canciones, y la gente puede participar al subirse a la balsa. Esta puesta en escena la realizo desde 2023.
¿Por qué elegiste el título Seguir a flote?
Después de haberse hundido el Crucero ARA General Belgrano, se sumergen muchas cosas. En ese panorama, elegí salir a flote, con todas las cosas que hago en mi vida, con la música y el teatro... de mi vida particular, y cuento todo. Lo que viví me dio fuerzas para seguir a flote.
¿Qué va a experimentar el público con esta obra?
Es una experiencia en que la gente se emociona mucho porque ven en la voz de un veterano lo que vivió. Pero no es una obra deprimente: hay resiliencia a pesar de haber vivido una situación difícil. Cuando relato que estuve muchas horas en el océano y que a mi lado se hundió el Crucero torpedeado por un submarino inglés, la gente no lo puede creer.
A su vez, dentro de la obra hay una balsa similar a aquella en la que estuve junto a otros compañeros antes del rescate e invito a la gente a que suba para que tome conocimiento de lo que se vivió (de alguna manera) en ese entonces. Tuvo una gran aceptación de los espectadores.
¿Hubo extranjeros o veteranos ingleses que hayan visto la obra? ¿Qué les pareció?
Cada vez que termina la función pregunto al público si hay algún veterano de guerra, ya sea argentino o inglés. Una vez, vino a una de las funciones el excoronel británico Geoffrey Cardozo, quien fue el encargado del reconocimiento de los cuerpos de los soldados argentinos en las Islas Malvinas. Mencionó que la obra es maravillosa... estaba muy emocionado.
Por otro lado, en otra oportunidad vino el capitán del Destructor Bouchard, Washington Bárcena. Dicho barco es el que nos rescató del naufragio. También fue a una de las funciones el Segundo Comandante del Crucero ARA General Belgrano Capitán de Navío Pedro Luis Galazi.
¿Qué sensaciones recordás de esa tragedia?
Cuando fuimos alcanzados por el primer torpedo, la sensación que tuve fue que habíamos chocado contra una montaña o una isla de rocas. Escuché las chapas chocando contra rocas, el buque se detuvo inmediatamente, se apagaron todas las luces, quedó a oscuras, se inclinó y, unos segundos después, solo había un silencio sepulcral. Cuando tuvimos el segundo impacto, ya se corría la voz de que nos estaban atacando los ingleses.
Estuviste más de 40 horas en una balsa hasta el rescate...
Al estar el buque totalmente a oscuras, uno tenía que fijarse bien por dónde caminaba. Además, se habían roto tanques de petróleo y estaba muy resbaladizo. Logré salir a cubierta, el buque estaba inclinándose a consecuencia de los ataques. Más tarde fui a popa, donde estaban las balsas de abandono, pero no teníamos la orden de abandonar el crucero, sino que seguíamos las órdenes que nos daban en ese momento.
A su vez, había un incendio interno en el buque y tuvimos que tirar la pólvora y el petróleo al agua porque eran peligros. La última orden que tuvimos fue que fuéramos a estribor, mientras el Departamento de Control de Averías intentaba mantener a flote el Crucero. Cuando se dieron cuenta de que era imposible, nos dieron la orden de abandonar el barco.
Algunos de mis compañeros y yo estuvimos en la balsa en medio del océano. Hacía frío, había grandes olas y no teníamos provisiones. Remábamos con las manos y tratábamos de alejarnos del crucero porque nos podía llevar al fondo del océano. A las horas, vimos un avión y pensábamos que nos iban a rescatar. Sin embargo, no fue hasta 40 horas después que el Destructor Bouchard se acercó y nos rescató.
A lo largo de tu vida, tenés una estrecha relación con Inglaterra...
Gracias al destino y a la vida, que cambié un montón de cosas. Actualmente, tengo amigos de Inglaterra y de vez en cuando hablamos, nos preguntamos sobre nuestras familias, cómo estamos... y todo eso se lo debo al arte y al teatro. No tener un odio internamente con ellos hace que tu vida sea más fácil.
¿Cómo toman los ingleses el 2 de abril?
Es curioso cómo lo toman en Inglaterra. Muchos ingleses que vienen a Argentina se sorprenden porque la imagen de las Islas está en todos lados y ellos se sorprenden de la gran cantidad de homenajes a los soldados. En Inglaterra, los únicos que hablan de la guerra son los veteranos, y entre ellos. Es decir, nadie habla de Malvinas, no hay interés, muchos no saben de qué se trata. Hay personas que no sabían que hubo un enfrentamiento entre Inglaterra y Argentina en 1982. El pueblo ingles toma esta fecha como algo despreocupado.
"Remábamos con las manos y tratábamos de alejarnos del crucero porque nos podía llevar al fondo del océano".
Rubén Otero
La historia de Rubén Otero
Cuando tenía 18 años, Rubén Otero estaba en la Escuela Industrial y hubo un sorteo para hacer el servicio militar al año siguiente: a él le tocó la Marina, entonces tuvo que iniciar en octubre de 1981 en el Crucero ARA General Belgrano y finalizar al año siguiente. Sin embargo, en el medio estalló la guerra.
Otero era maquinista del Crucero ARA General Belgrano. Luego del hundimiento, sobrevivió subiéndose a una balsa en la que estuvo durante más de 40 horas hasta que fue rescatado. Tras el conflicto bélico de 1982, Otero se reinventó, se animó a escribir su experiencia en el conflicto y llevarla al teatro. Así, a través del arte, comenzó una nueva etapa en su vida en que el humor y el amor son sus salvavidas.
Seguir a flote es una obra que escribió en 2022, protagoniza y cuenta las crudas experiencias de la guerra.
Entradas para Seguir a flote
En esta oportunidad, la UNLaM colaborará con la Asociación Civil "Aime Nendive". Así, los interesados podrán acercarse a la boletería del Teatro Universidad y llevar alimentos no perecederos y útiles escolares a cambio de una entrada.
Lo donado se utilizará para desarrollar el programa "Sumate vos también", que fomenta la reinserción escolar de chicos del barrio Almafuerte, de San Justo.