Fátima Florez: “Soy una mujer de teatro”

La actriz protagoniza el espectáculo “Fátima es Camaleónica”, que se presentará en el Teatro Morón y en el Teatro Gran Ituzaingó. Habló sobre las novedades que trae su nuevo music hall y las etapas que atraviesa para la preparación de sus personajes. Su trabajo entre los escenarios y las pantallas, y los cambios que fue experimentando a lo largo de su trayectoria.

A partir de su experiencia, perseverancia y talento, Fátima Florez se convirtió en “La Mujer Maravilla” del teatro. Es que, así como en los cómics, el cine o la televisión, cada vez que Diana gira sobre sí misma y con la ayuda de los efectos especiales se convierte en la superheroína estadounidense, cada vez que la artista argentina se posiciona en el escenario y rota en su propio eje puede transformarse, física y espiritualmente, en populares personalidades, ya sea con maquillajes y vestuarios, o tan solo con la versatilidad de sus gestos y su voz. 

En esta ocasión, Florez recorre el país con su espectáculo para toda la familia Fátima es Camaleónica, donde interpreta diversos personajes provenientes de ámbitos como la cultura y la política. Asimismo, cuenta con las atracciones artísticas del humorista e imitador Iván Ramírez, bailarines y orquesta en vivo.

¿Qué criterios consideraste para la elección del repertorio de personajes de este show?

Siempre tengo en cuenta los personajes populares, los que el público tiene ganas de ver, y los que me gusta interpretar. Entonces es un cóctel, de esa manera voy armando el show, y hasta ahora voy entendiendo lo que la gente quiere ver. A todos los personajes les doy un lugar importante: hago a Lady Gaga, Madonna, Cher, Liza Minnelli, Valeria Lynch, Patricia Sosa y Tini Stoessel, por nombrar algunas, además de Susana (Giménez), Cristina (Fernández de Kirchner), Moria (Casán) y Mirtha (Legrand), que no pueden faltar. También tengo un popurrí a cara limpia y con un mismo vestuario, en el que van sucediendo un montón de imitaciones, que la gente disfruta por el cambio de la voz y de los gestos.

Se trata de un music hall donde confluyen varias disciplinas artísticas y recursos técnicos…

Exacto, pienso un show al que no le falte nada, donde los espectadores se rían desde que se sientan hasta que se van, además de que escuchen canciones súper icónicas. De hecho, todos terminan parados cantando y bailando. Es un espectáculo en el que la gente se va de verdad con 'caída de mandíbula', como diría Moria, sorprendida por la cantidad de personajes y la entrega de nosotros como artistas. En el escenario me brindo como actriz, cantante y bailarina, hablando con el público e improvisando, por lo que son muchas disciplinas en un mismo show.

¿Cuáles son las instancias que pasás para la preparación de cada personaje?

El proceso se repite y no se repite. Siempre recurro a la investigación de cada personaje, consumo mucho televisión y redes sociales. Como actriz, trabajo cada uno con sus detalles: la voz es muy importante, los gestos se suceden como consecuencia y, también, le presto atención a la psicología. Son muchas las cualidades que hay que ponerles. Si bien les doy una pincelada de caricatura, es con muchísimo respeto. Algunos me demoran más tiempo que otros, algunos me salen más fáciles que otros, pero el resultado tiene que ser genial. Cuando el personaje sale a escena es porque ya está instalado y lo tengo apropiado en mi cuerpo. Aunque a veces acudo a técnicas diferentes, dependiendo de cada personalidad, en todas las ocasiones brindo una entrega muy grande, con mucho ensayo.

Imitás personalidades presentes en el imaginario popular, ¿esto te resulta una oportunidad o una presión?

Las dos cosas: por un lado, está bueno que un personaje esté muy metido en la gente porque lo van a querer ver y les va a interesar, pero, por otro lado, el público se va a dar cuenta si no está bien hecho y se va a notar enseguida. Pero, como a mí me gustan los desafíos, siempre voy por personajes grandes, importantes, que movilizan y transgreden. Además, estoy pendiente de aggiornarme, de saber el presente de cada uno de ellos. Y, actualmente, las noticias ni siquiera duran un día, ¡a veces ya al medio día son viejas! Todo corre muy rápido, así que no puedo estar un día sin contactarme con los medios, ¡por todos lados entra información!

De gira por el Oeste

Fátima es Camaleónica se presentará este viernes a las 21 y a las 22.45 en el Teatro Morón, ubicado en Nuestra Señora del Buen Viaje 851, Morón. Asimismo, el sábado 23 de julio a las 21 se subirá al escenario del Teatro Gran Ituzaingó, situado en Mariano Acosta 55, Ituzaingó.

De este camino artístico enriquecedor, ¿qué personajes te resultaron bisagras?

Sin lugar a dudas, Cristina fue un antes y un después, debido a que me dio mucha popularidad. Ya el hecho de hacer a una primera mandataria era fuerte; de hecho, me hicieron notas de todo el mundo por la repercusión que tuvo el personaje. Por otro lado, hace poco estuve en Estados Unidos y pegaron las imitaciones de Selena y Jennifer López, algo que no me imaginaba. Y acá se destacaron personajes como Susana y Moria, el año pasado Yanina Latorre, o Laura Fidalgo, que si bien bailé con ella hace años, todavía la gente sigue nombrando ese momento.

Trasponiendo el título del show a tu trayectoria, ¿qué transformaciones experimentaste a lo largo del tiempo?

Ahora cambió todo, pero antes era medio raro que una mujer se dedicara a la imitación, no al humor porque siempre hubo excelentes humoristas. Era un ambiente muy machista, donde los hombres eran los capocómicos, y a la mujer se la ponía en un segundo plano. Entonces, desde ese momento fui un poco camaleónica, animándome a ser cabeza de compañía en un 'mundo de hombres', a transformarme y a plantarme. Y, respecto a las búsquedas, soy sumamente camaleónica, sino me estancaría y no evolucionaría. Mirando hacia atrás, creo que fui creciendo y cambiando tanto arriba como abajo del escenario. Quizás antes había cosas que no me animaba a hacer, y luego sí, o al principio pensaba, '¡Uy, la mirada ajena!, ¿qué van a decir?', y eso ahora no me importa. Hay que ser libres, mientras no se moleste ni falte el respeto a nadie, ¡hay que ser feliz! Y muy camaleónica, nunca mejor puesto el título en relación a lo que me ha pasado en la vida.   

¿Qué factores te permitieron ir adaptándote a las distintas circunstancias?

Primero, nunca tirar la toalla. Obviamente es un camino difícil, que te tiene que gustar mucho, porque hay muchísimos 'no', sobre todo al principio. Hay puertas que no se abren, obstáculos, pero hay que saber afrontarlos, seguir y tener el foco en lo que es el sueño de uno. Mi sueño siempre fue este, desde muy chica, nunca tuve dudas sobre eso. Uno sabe que van a haber cosas que no le gustarán tanto, y hay que sortearlas, mientras que, lo lindo de esto es ver cumplido el deseo, en mi caso, armar mi propio show, y llevarlo adelante desde hace tantos años. Nunca me imaginé lo que me fue pasando, superó mis expectativas, y las sigue superando para bien, porque siguen apareciendo cosas nuevas, como las giras nacionales e internacionales.

Si bien te desempeñás en distintos ámbitos, ¿qué tiene de especial el teatro?

Es un lugar que disfruto mucho, soy una mujer de teatro. Ahí estoy en contacto con el público, los veo y me ven a los ojos, se reciben los aplausos y las risas fuertes, que para el artista es tan lindo, y hay otros tiempos, distintos a los de las redes o la televisión. Una obra mía dura alrededor de una hora y 50 minutos, donde la gente ve 40 imitaciones, algo que sería imposible en otro medio. Por lo tanto, ahí conocen a la artista de verdad, no se puede cortar ni editar lo que no salió bien, ven a la artista al desnudo, con sus errores y virtudes. Y soy defensora del teatro, de hecho, hice durante la pandemia, siguiendo para adelante.

Desde hace unos años hay un auge de películas y series biográficas, ¿te gustaría participar en alguna biopic?

Consumí todas las que hay. Por supuesto que me gustaría participar en alguna, tengo fascinación por ese género, que es un poco lo mío, implica ver la historia de la persona, su vida, delante y detrás del escenario. No pienso en alguien en particular, pero puede ser Tita Merello, Madonna, Raffaella Carrà, Cristina, Susana, por decir algunos nombres. Es que soy tan camaleónica que me adapto a todos (risas).  

Puede fallar… ¡y deslumbrar!

Pensando en la famosa frase del hipnotizador TUSAM, Fátima recordó un show en el que, por un momento, las cosas no funcionaron como esperaba. “Hace muchos años, cuando recién empezaba, me contrataron para un evento y las personas estaban en otra, tomando algo y hablando entre ellas, no me daban bolilla. Por lo tanto, me puse nerviosa y me confundí, salí como un personaje y le hice la voz de otro, ¡fue tremendo! Duró muy poquito, enseguida me di cuenta que me estaba confundiendo, pero, como estaban en otra, ¡nadie se dio cuenta!”.

Contrariamente a ese percance, los logros y los reconocimientos a la labor de la artista son múltiples. De hecho, al reflexionar sobre su mejor momento, planteó: “Me pasan muchos seguidos, y digo '¡Qué lindo lugar en el que me puso esta profesión!'. Pude conocer y compartir escenario con gente increíble. En cuanto a los premios no me puedo quejar, recibí tanto en Mar del Plata como en Villa Carlos paz, además de Martín Fierro”.

Humor entre pantallas

En dos oportunidades Florez recibió el Premio Martín Fierro en la terna “Mejor labor humorística”. Actualmente, en la televisión casi no hay espacios dedicados al género. En torno a esta cuestión, la actriz opinó: “Artistas hay un montón, aunque desde hace años se escucha a la gente preguntar, '¿Qué pasa que no hay programas de humor en la tele?'. No sé mucho con qué tiene que ver, pero es cierto que por ahí falta un poco más de humor. Por eso funcionan tan bien las comedias y los espectáculos de ese tipo, la gente necesita divertirse y reírse. De todos modos, lo terminan viendo en espacios como el teatro y las redes”.

En la línea del mundo digital, la artista posee cuentas en Instagram y TikTok, donde comparte contenidos exclusivos con sus seguidores, quienes expresan sus carcajadas a través de los comentarios. “Me abrí TikTok en pandemia y me gustó mucho, subís un video y se viraliza rapidísimo. La gente lo replica y hasta hace lip sync (sincronización labial) de lo que uno dijo, así que está muy bueno”, destacó.

Dos generaciones unidas en escena

Esta temporada, Fátima es acompañada en el escenario por el actor de 23 años Iván Ramírez, que imita a diversas personalidades de la cultura, el deporte y la política, además de personajes animados. El trabajo del artista tiene gran reconocimiento por parte de los usuarios de las redes sociales, ya que ese es su principal canal de contenidos.

“Cuando vi a Iván en TikTok me encantó el trabajo que hacía, y le dije a mi marido que me encantaría tenerlo en el show. Así que enseguida nos pusimos en contacto, se lo propusimos y fuimos para adelante, hicimos la temporada en Mar del Plata y ahora la gira. Es muy chico y le auguro un gran futuro, tiene mucho potencial, le dije '¡Si querés te hago de madrina!'. ¡Es divino! Yo aprecio mucho, más allá de lo artístico, el don de gente. Me gusta rodearme de buena gente, porque pasamos muchas horas juntos, tanto en la temporada como en las giras”, resaltó Florez.

Asimismo, para todos aquellos que quieran iniciarse en el mundo artístico, y especialmente en la imitación, ponderó: “Es una carrera que exige mucho trabajo, ensayo y entrega, pero tiene lo lindo de subirse al escenario y tener el contacto con el público. Creo que siempre aprendemos, de hecho, yo soy bastante esponja en mi vida, aprendo lo bueno, lo malo, qué hacer y qué no”.