Entre escuelas y jardines: Daniel Taccone pintó atractivos murales en Aldo Bonzi y Tapiales

El artista plástico matancero los realizó en el marco del Programa “Embellecimiento urbano”. Las obras pueden visualizarse en las paredes de las instituciones educativas.

Murales Aldo Bonzi y Tapiales

Cuando los vecinos caminan por las calles de las distintas localidades matanceras pueden encontrarse con varios de los fascinantes murales realizados en el marco del Programa “Embellecimiento urbano”, de la Secretaría de Cultura y Educación local. Uno de los principales artistas plásticos del proyecto es Daniel Taccone, quien, en esta ocasión, pintó en las paredes de dos instituciones educativas de Aldo Bonzi y Tapiales.

La primera pintura se ubica en la Escuela Primaria N° 18 Bartolomé Mitre (José Alico 1.070, Aldo Bonzi), que recientemente cumplió cien años. Mide, aproximadamente, 35 metros de ancho por cinco y medio de alto, e incluye una parte con anamorfosis en el piso. Mientras que la segunda se sitúa en el Jardín Mundo de Colores N° 1 (Humaitá 1.349, Tapiales). Su tamaño es de 15 metros de largo por cuatro y medio de alto, y, aunque no se aplicó la técnica anteriormente mencionada por falta de espacio, sí se generó el efecto 3D por la utilización de perspectiva.

Para el primer mural el pintor oriundo de San Justo trabajó seis jornadas y, para el segundo, cuatro, desde las primeras horas de la mañana hasta media tarde. Respecto a los materiales, utilizó látex, acrílico para exterior, pinceles, rodillo, extensor y andamios. Cabe destacar que en la sede de Tapiales también contó con la colaboración de la vecina Silvana, que le armó un gazebo para protegerlo del Sol, y de los jóvenes Matias y Juan, que lo ayudaron en el armado y desarmado de elementos.

En cuanto a las temáticas de las obras, describió: “Es todo naturaleza y medio ambiente y, dentro de eso, siempre incluyo el estilo surrealista y trato de dar un mensaje. Por ejemplo, volví a utilizar como protagonista un ave fénix, ya que significa que todo puede comenzar de vuelta, y un colibrí, que es el mensajero, además de un pavo real, una secuencia de hormiguitas llevando hojas, y una mariposa”.

Por último, sobre el valor personal de emprender este proyecto artístico en instituciones educativas, valoró: “Mis murales son instrumentos para llevar a cabo lo que yo quiero hacer con el arte, que es brindar bienestar a la gente, darles un instante para que vean la pintura. Especialmente si es en una escuela, o en un jardín de infantes, porque ahí estás formando personalidades, y los estudiantes pueden conocer una obra de arte desde chiquitos. Para mí es muy importante, es como el sentido de mi vida”.