Emanuel Cerrudo, tras su paso por “La Voz Argentina”: “Cantar es mi cable a tierra, me hace vivir”

El cantante de Isidro Casanova interpretó temas muy presentes en el cancionero popular, pero a cada uno de ellos le aportó su impronta, sorprendiendo a los entrenadores y al público, y dejando su huella en el certamen musical. “Estuvo bueno, mucha gente me conoció. Lo que más anhelaba era traer el trofeo para La Matanza”, contó.

Para transitar su camino, un cantante no solo requiere de sus aptitudes innatas y aprehendidas, sino también de su pasión y perseverancia. Estas características, entre otras, son las que fortalecen la trayectoria que, día a día, construye Emanuel Cerrudo, el músico de Isidro Casanova. Antes de ser elegido para entrar, y permanecer, en la cuarta temporada de La Voz Argentina -ya sea por la producción en primera instancia, o por los jurados y los televidentes más adelante-, el artista ya había audicionado para las ediciones previas del reality musical, pero no había sido seleccionado. Sin embargo, lejos de abandonar su recorrido, volvió a intentarlo, y obtuvo grandes resultados. 

“Cantar es mi cable a tierra, me hace vivir. ¡Nací para cantar!”, sostuvo con firmeza Cerrudo. Y, aunque el certamen televisivo se despidió del aire semanas atrás, el matancero continúa compartiendo con el público su don artístico a través de sus shows y videos en redes sociales. Además, trabaja en el armado de su nuevo disco.

Cantando en la TV

El vínculo de Emanuel con los programas de televisión musicales arrancó hace varios años. En 2005, hizo el casting para Operación Triunfo (Telefe), y allí conoció a Marley -quien también fue el conductor de La Voz Argentina-. En 2012, audicionó para la primera edición local de La Voz, donde llegó a instancias avanzadas de preselección. A pesar de que no fue elegido para esa competencia, a los pocos días, se presentó en Soñando por cantar (El Trece), y ahí sí llegó a la emisión en vivo. A lo largo del tiempo, también se inscribió en otros ciclos televisivos, como las otras ediciones de La Voz Argentina, La Voz Chile y La Voz México.

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Sobre el casting para la cuarta temporada del reality conducido por Marley, recordó: “Fue en Capital Federal, el 9 de febrero. Me fui de mi casa muy temprano, hasta ahí tenía la moto, porque en marzo me la robaron. Cuando llegué y estacioné vi un 'hormiguero de gente', y pensaba '¡de acá no me voy más!', encima era el último día de la convocatoria. Hice la fila y entré al casting al mediodía. Son varios filtros que hay que pasar, cuando llegué a grabar cámara, de la multitud que éramos, quedamos alrededor de siete personas”.

En el repertorio de su audición escogió temas como Y, ¿si fuera ella? de Alejandro Sanz, Tengo todo excepto a ti de Luis Miguel, Cielito lindo de Pedro Infante, y uno de Rata Blanca. Al concluir la jornada, regresó a su casa, y esperó semanas el llamado que podría confirmar su participación en el certamen. Pasaron varios meses sin novedades, por lo que decidió audicionar para Canta conmigo ahora (El Trece), pero no siguió avanzando en dicho ciclo porque una deseada noticia se concretaba en su vida: la confirmación como participante de La Voz Argentina. “Algo de no creerse, ¡el sueño del pibe!”, celebró.  

Reviviendo el camino

La primera etapa televisada del big show de talentos fue muy movilizante para el matancero, principalmente por dos motivos: por un lado, estaba muy nervioso y cantó Y, ¿si fuera ella? de manera rutinaria, sin disfrutar ni sentir realmente lo que le estaba generando ese tema y ese momento y, por otro lado, porque en sus sueños ya había experimentado esa situación.  

“Yo soy muy devoto de la Virgen de Luján y le rezo todos los días. Una noche de marzo, cuando aún no me habían llamado para el programa, le había pedido a la Virgen que me mostrara si iba a estar ahí. Mientras estaba durmiendo, soñé lo que se vio en televisión, cuando quedé en la instancia de 'Audición a ciegas', cantando esa canción, vestido de esa forma, y el primero que se daba vuelta era Ricardo Montaner. Fue como una premonición, yo me preguntaba por qué me señalaba eso si todavía no me habían llamado del casting, y al final terminó pasando”, describió.

Si bien consiguió que tanto Ricardo como sus hijos Mau y Ricky presionaran el botón de selección y voltearan sus respectivos sillones en busca de la voz matancera, a la hora de elegir un grupo, el participante se inclinó por el del padre. “¡Te quiero dar la bienvenido al programa! Siento que mereces estar aquí, un poco por el talento que tienes con esa voz, y un poco por el esfuerzo que has hecho en tu vida, por estar trabajando todos los días por llevar el pan para tu casa. ¡Mereces este regalo que te manda el cielo!”, valoró el cantante de Tan enamorados.

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Luego, el camino de Cerrudo en el programa fue el siguiente: en “Las batallas” interpretó Mañana, mañana junto a Brian Sáez, y resultó el ganador del duelo en el ring; en “Los Knockouts” hizo su versión de La quiero a morir y venció en el cuadrilátero a Mauricio Lastra; en “Los playoffs” cantó No tengo nada y fue votado por el público para continuar en el certamen; en “Los dieciseisavos de final” puso su voz al servicio de Como yo te amé y nuevamente fue elegido por la audiencia; en “Los octavos de final” llegó el turno del clásico Cielito lindo y también recibió el apoyo popular, hasta que, en “Los cuartos de final” hizo Tan enamorados y no obtuvo los votos suficientes para avanzar a las “Semifinales”, por lo que se despidió del show.

“Estuvo bueno, mucha gente me conoció. Lo que más anhelaba yo, más allá de que iba a donar el premio desde un principio, era traer el trofeo para La Matanza, que lo necesita. Hay una banda de artistas y de talento, mucha gente soñadora, con ganas de triunfar y de salir adelante”, manifestó.

Una historia de resiliencia

En el transcurso de la infancia de Emanuel, en su casa se escuchaba música, pero no se tocaba. Sí su mamá siempre quiso ser cantante, pero por diferentes circunstancias de la vida no pudo dedicarse a eso. Luego, las melodías se trasladaron desde el hogar hacia la escuela porque, durante el jardín de infantes, Cerrudo se subía a las mesas para cantar. Más tarde, en la escuela primaria, continuó compartiendo su pasión.

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“Llegó la adolescencia y me decían que largara la 'musiquita' y me pusiera a trabajar, que la música es un hobbie, pero yo le di para adelante, tuve conducta, porque para mí es un trabajo, siempre lo tomé así. Estuve cantando un tiempo en el grupo Sombras y un poco en la bailanta. Hoy en día, gracias a Dios, sigo cantando. Por ahí se me hizo un poco más complicado, ya que busqué el camino más difícil de la música. Mi gran referente es Luis Miguel, y he buscado hacer baladas como él, canciones para novelas, así que sigo en esa lucha, voy a llegar haciendo lo que siempre quise. El camino romántico siempre va a estar”, planteó.

En las distintas etapas de su vida, el artista tuvo que afrontar duras circunstancias. Cuando era niño, sufrió el abandono por parte de su padre, por lo que su madre, que se desempeñaba como ama de casa, debió mantener su familia sola. Entonces, cada día, a las siete de la mañana, el matancero y sus hermanos arribaban a una escuela de Capital Federal y permanecían allí hasta alrededor de las cinco de la tarde, cuando su madre culminaba la jornada laboral en un domicilio de Flores. En ese contexto, las canciones tristes resultaban una descarga para el muchacho.

En 2020, contrajo COVID y, a raíz de la complicación de su cuadro, estuvo internado durante un mes, mientras esperaba el nacimiento de su hijo Pedrito. “Me encontré cara a cara con la muerte, no podía respirar más, me dijeron que me tenían que intubar y yo no podía ni hablar. Cuando salí estaba muy débil, mi hijo ya tenía unos cuantos días y no lo podía levantar. A su vez, estuve como tres meses sin poder hablar, tenía una voz afónica”.

Lo que se viene

Hasta el momento, la discografía de Cerrudo se compone de dos álbumes con temas de autoría propia: el primero no tiene título, pero se destaca por incluir la canción “Déjenme solo” y, el segundo, titulado Comienza el sueño, recorre diferentes géneros. Actualmente, prepara su nuevo material, que se denomina Si Dios quiere.

A modo de adelanto, contó: “Incluye un vallenato, una canción country, temas movidos y las clásicas baladas. De hecho, yo siempre apunté a las baladas y hay una llamada 'Dinero sucio y amor', que la hice para una novela en Televisa, México, y estuvo mano a mano con un tema de Carlos Rivera que, finalmente, fue elegido el de él. Es un sueño que tengo, que una canción mía suene en una novela, no sé por qué, quizás porque mi mamá miraba y yo escuchaba esos temas tan pegadizos”.