24M en la pantalla chica: el recuerdo de “Televisión x la identidad”

La serie de 2007, disponible en el canal de YouTube de “Abuelas de Plaza de Mayo”, incluye tres capítulos unitarios. “La trascendencia del programa la fuimos entendiendo después”, expresó su guionista, Marcelo Camaño.

Historias de niños desaparecidos por las fuerzas de seguridad en la última dictadura militar y, luego, restituidos por Abuelas de Plaza de Mayo. Esa es la premisa que atraviesa los tres capítulos unitarios que conforman la serie Televisión x la identidad, que se emitió por la pantalla de Telefe en 2007 y, actualmente, puede verse en el canal de YouTube de Abuelas. En la semana de la Memoria por la Verdad y la Justicia, el autor Marcelo Camaño reflexionó sobre la ficción audiovisual basada en hechos verídicos, en la que se desempeñó como guionista.

“Es un programa que tuvo su origen para conmemorar un aniversario del trabajo de Abuelas, y la trascendencia la fuimos entendiendo después. En ese momento nos importaba hacer un muy buen producto, que el mensaje llegara con claridad, conmoviera y visibilizara la lucha de ellas. Era la primera vez que la televisión le daba un espacio muy concreto, ya que, si bien en algunas ficciones anteriores la temática había estado, había aparecido de manera esporádica, y acá tenía el protagonismo absoluto. Me parece que la serie se resignifica en la cantidad de nietos que aparecieron después de eso. No es que el programa haya protagonizado uno de los encuentros, pero sí recuerdo que generó mucho revuelo en algún estilo de público que habitualmente no se pregunta cosas”, señaló Camaño en diálogo con El1 Digital.

El proyecto audiovisual, que integra el programa cultural que también incluye áreas artísticas como Teatro por la identidad​ y Música por la identidad, ​ se centró en tres relatos. El primer episodio fue “Tatiana” (con las actuaciones de Soledad Villamil, Malena Solda, Lidia Catalano), el segundo fue “Juan” (con Carlos Belloso, Mariano Torre, Leonora Balcarce) y el tercero y último, “Nietos de la esperanza” (con Celeste Cid, Valentina Bassi, Érica Rivas).

“Esto se pudo llevar adelante porque Abuelas dijo que sí, porque les interesó y abrieron las puertas, no solamente de la institución, sino, también, de su memoria y sus recuerdos. Nosotros pudimos acceder a hablar con varios de los nietos. Lo difícil era seleccionar cuál historia contar, ya que todas tenían sus elementos particulares, y todos los temas eran importantes. Y escucharlos a ellos era una revolución de emociones”, recordó Marcelo, quien trabajó, principalmente, junto a Martín Méndez y Guillermo Salmerón.

Además de ser declarada De interés cultural por la Legislatura porteña y de recibir Premios Martín Fierro en el ámbito local, la serie traspasó las fronteras y se convirtió en el primer ciclo de habla hispana en obtener el premio Emmy en 2008. Acerca de la trascendencia espacial, el autor compartió: “Refuerza mi postura permanente de 'cuenta tu aldea y contarás el mundo'. Que un bebé sea separado de su madre que lo acaba de parir en condiciones infrahumanas, que le dicen que se lo van a dar a la familia y, en realidad, se lo apropia un genocida, si bien fue una característica de la dictadura argentina, es un tema con el que se puede conmover cualquier persona del mundo, como nos pasa a nosotros cuando vemos alguna situación de la Segunda Guerra Mundial, o de lo que esta pasando hoy entre Rusia y Ucrania”.

Por último, el escritor que ya había abordado previamente la temática de la Memoria por la Verdad y la Justicia dentro de la telenovela Montecristo, expresó: “Nosotros tenemos una historia tan fértil, en distinta cantidad de episodios, con personajes entrañables para contar, con seres anónimos que hacen este país día a día, y que lo hicieron antes, al igual que seres muy conocidos. Cuando toco en la ficción temas que tienen que ver con lo histórico, lo social, lo político, de lo que es mi país y mi propia historia, se me agranda el corazón. Y cuando eso emociona y conmueve a parte del público, ¡estoy hecho!”