Una empresa del CONICET creó un kit de diagnóstico simple y económico para detectar numerosas enfermedades
Científicos del CONICET crearon un kit de diagnóstico para patologías como Dengue, Chagas, viruela de mono, Xhikunguñya y COVID-19 en solo una hora a través de sus productos.
Especialistas argentinos lograron desarrollar un kit de diagnóstico sencillo y efectivo para enfermedades graves como el COVID-19, la viruela de mono, Dengue y Chikungunya.
Se trata de Neokit S.A.S.,una empresa de articulación público-privada entre el CONICET y el Laboratorio Pablo Cassará.
Según explicaron desde el equipo, la de Neokit es una técnica molecular simple y sensible, que se puede realizar sin equipamientos específicos. Funciona amplificando millones de veces la ínfima porción de información genética que deja un agente patógeno.
Un test simple, económico y eficaz
“Una vez que se toma la muestra -que puede ser de sangre, un hisopado, o las nervaduras de una planta, según la enfermedad que se desee detectar-, se toma una pequeña porción y se la introduce en un tubo de reacción con un reactivo colorimétrico que posee la característica de virar de color”, explicó la doctora Carolina Carrillo.
“A esa muestra se la somete a una temperatura constante y se espera una hora. Si la muestra sigue del mismo color, violeta, es negativa. Si se vuelve azul-celeste, es positiva”, agregó Carrillo a Prensa CONICET.
Lo novedoso de este kit de diagnóstico es que no requiere equipamientos costosos, técnicos especializados ni una conservación a menos veinte grados, como usualmente se requiere. “Además, su precio en el mercado es de alrededor de cinco dólares, cuando pruebas similares de PCR cuestan usualmente al menos quince o veinte dólares”, indicaron desde el equipo.
Respuestas desde la ciencia pública
A futuro, los científicos planean desarrollar otros kits relacionados a problemáticas en salud de otras áreas. También, el plan es optimizar el kit para la detección de Chagas en bebés y que sea definitivamente rentable para el mercado.
“Es muy interesante que nuestras investigaciones salgan del laboratorio y ver que llegan a las personas, que las usan y les sirven”, agregó la científica del CONICET Fabiana Stolowicz.
“Tener una empresa siendo biólogos, que consigue productos con valor agregado, tecnologías comerciables y exportables, es algo que nos hace sentir muy orgullosos”, concluyó Adrián Vojnov, científico del CONICET en el Instituto de Ciencia y Tecnología César Milstein.