Un recorrido por la cuestión social, las emociones y el territorio en La Matanza
Investigadoras del Centro de Investigaciones Sociales de la UNLaM compartieron, en una actividad de divulgación, los resultados de sus trabajos realizados en el Distrito. Entre otras cuestiones, las investigadoras estudian las cuestiones de vulnerabilidad, el rol de los comedores comunitarios, las dinámicas de los asentamientos informales y las desigualdades de género que sufren las mujeres en el ámbito laboral y en las tareas domésticas.
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Con la presencia de investigadoras, estudiantes, referentes de organizaciones sociales e interesados en la temática, el Auditorio de la Biblioteca “Leopoldo Marechal”, de la Universidad Nacional de La Matanza, se convirtió por un rato en el escenario de una original propuesta de divulgación, “Mate y Podcast en vivo”, para compartir resultados sobre la cuestión social en La Matanza.
La iniciativa fue llevada a cabo por integrantes del Centro de Investigaciones Sociales (CIS-UNLaM), perteneciente a la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNLaM, creado en 2020 con el objetivo de producir y transferir conocimiento científico. Durante el encuentro -en el que, efectivamente, se grabó un podcast en vivo con los aportes de los presentes y se compartieron mates y medialunas-, las investigadoras hablaron sobre cuestiones como las emociones que sienten los vecinos de La Matanza, la situación de los comedores y merenderos y cifras sobre las mujeres durante y después de la pandemia.
“Este evento se enmarcó en la Semana de la Ciencia, organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y es importante porque nos permite establecer otra forma de vínculo con la comunidad”, expresó la doctora Angélica de Sena, investigadora del CONICET, al frente del CIS y directora de las investigaciones de referencia. CIS.
“Es la segunda edición con esta modalidad y, si bien es importante que vengan actores de organizaciones sociales, también hay muchos estudiantes. El mayor valor que toma esto es que la comunidad conozca lo que hacemos y, a la vez, que nosotros podamos conocer lo que ellos hacen”, subrayó la cientista social.
Constanza Faracce Macia, integrante del CIS, compartió su trabajo sobre los comedores y merenderos escolares de La Matanza, así como las emociones de las personas que gestionan esos espacios: “Hace más de 30 años que grandes sectores de Argentina organizan su forma de comer a partir de diferentes tipos de intervenciones estatales. Y tomaron algunas características, como la predominancia de mujeres para organizarlos”.
Florencia Bareiro Gardenal, por su parte, habló de las distribuciones de los asentamientos informales en el Distrito, un aspecto que viene en crecimiento desde los últimos años. “La mayor cantidad está en las localidades de González Catán y Virrey del Pino. Y, en la investigación, aparecieron diferentes actores vinculados a la problemática habitacional. El Estado, desde ya, pero también se articulan con organizaciones, internas o externas, como distintas ONGs, que intervienen en el barrio”, resaltó.
María Belén Lazarte, integrante del Departamento de Derecho y Ciencia Política, compartió sus resultados sobre las cuestiones de género y los roles sociales y las tareas que se les imponen a las mujeres relevadas en La Matanza. Por último, Andrea Dettano, investigadora del CONICET, mostró resultados de su proyecto, sobre las practicas de consumo de la población matancera y cómo la gente del distrito menciona una baja en sus ingresos.
Territorio y subjetividades: un viaje a través de las emociones
Una de las claves en que se centran estas líneas de investigación son las emociones de los sujetos estudiados. Así, en el caso de los comedores se presenta la sensación de que nunca alcanza, hay tristeza, cansancio y bronca, pero, al mismo tiempo, solidaridad y satisfacción por las tareas realizadas.
En el caso de la dimensión sobre los asentamientos, aparecen las incomodidades y el enojo, a la par de la impotencia y la incertidumbre sobre el futuro. “Como siempre, aparece cierta forma de desazón y de desesperanza, la pregunta que siempre surge y nos interpela es qué hacemos. Entonces, en estos espacios de divulgación, buscamos, entre todos, pensar cómo desarmar esos sentimientos para pasar a convertirlos en prácticas de esperanza y de confianza pensando hacia el futuro”, resaltó De Sena.