Nueva herramienta para calcular las huellas ambientales en la industria vitivinícola

Se trata de una métrica que cuantifica los impactos potenciales y brindará información útil para planificar formas de reducir el impacto en el medioambiente.

¿Cuál es el impacto ambiental de la producción de vino en un país como Argentina? ¿Cómo se miden los daños que se generan? Un equipo de investigadores e investigadoras del CONICET y de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) presentó la Calculadora de huella de agua y carbono, herramienta que permitirá a la producción vitivinícola determinar los indicadores de desempeño ambiental de su producto y su cadena de suministro para dar respuesta a estas preguntas.

La presentación de la calculadora de huella de agua y carbono inició con la palabra de Bárbara Civit, responsable del proyecto, que destacó "el compromiso de quienes hemos propuesto esta herramienta y de las personas que la usan para poder hacer devoluciones sobre su funcionamiento". Además, subrayó que una herramienta simplificada puede llevar al sector a involucrarse en la determinación de las huellas ambientales de sus productos y, finalmente, resaltó que esto trae beneficios aparejados: "Conocer los resultados nos permite gestionar los recursos, las emisiones y modificar donde se encuentra un punto crítico”, planteó.

Por su parte, Fidel Roig, director del CCT-CONICET Mendoza, felicitó al grupo de investigación y afirmó: “Aquí confluyen organismos y voluntades de grupos de trabajo que hay que celebrar. La investigación científica, el sector privado y la academia tienen que estar en sintonía para poder realizar avances significativos que brinden soluciones a los problemas reales que tenemos en el territorio”.

A su turno, el director del Centro Regional Mendoza-San Juan del INTA y director por este organismo de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), Claudio Galmarini, aseguró: “El agua es un tema central que nos ocupa a todos los que vivimos en el oasis central argentino y, claramente, tenemos que saber cuánta agua usamos para producir y para vivir, y la huella hídrica es parte de eso”.

En diálogo con Prensa CONICET, agregó: “El desafío no es solo tener la herramienta, sino que la podamos aplicar, que el sector realmente esté conforme y nos sirva para usar mejor nuestros recursos naturales y ser más competitivos”.