Estudian contaminantes en la nieve a partir de información satelital y monitoreos de campo

Un grupo de investigadores del CONICET, Instituto Gulich (CONAE) y de la Administración de Parques Nacionales lleva a cabo una investigación sobre carbono negro y otras impurezas de la nieve, y sus implicancias en el derretimiento acelerado. Combinan muestreos en la Patagonia, análisis de laboratorio, información satelital SAOCOM y Sentinel, y un radiómetro.

Un proyecto realizado en el ámbito de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), el CONICET y la Administración de Parques Nacionales (APN) se encuentra generando información mediante el procesamiento de imágenes satelitales y relevamiento de campo que podría ser de utilidad para diseñar una misión espacial orientada a monitorear problemas de contaminación en la nieve, en particular por carbono negro. Según indicaron los expertos, este fenómeno está ocasionado en mayor medida por el tránsito vehicular y por la actividad industrial, lo que provoca un derretimiento acelerado de la nieve y puede impactar sobre los cursos de agua a partir de la primavera, cuando comienza a aumentar la temperatura.

“El carbono negro es un derivado de la combustión incompleta de combustibles fósiles. Cuando esas partículas se depositan en la nieve, al ser oscuras absorben más radiación e incrementan la temperatura, acelerando el derretimiento”, explicó Giuliana Beltramone, becaria doctoral del CONICET con base en el Instituto Gulich, de la CONAE y de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

Fuente imagen: Prensa CONAE

En este sentido, la becaria advirtió que este tipo de contaminación puede afectar la provisión de agua en las poblaciones y desestabilizar las laderas de las montañas, provocando avalanchas o inundaciones. Además, tiene severas implicancias en el cambio climático y en el calentamiento global, lo cual repercute en los servicios ecosistémicos relacionados a la criósfera (áreas terrestres y marinas donde existe nieve o hielo) y sobre aspectos socio-económicos.

“El objetivo final es desarrollar un instrumento satelital para monitorear el oscurecimiento de las nieves a nivel global, capaz de detectar la presencia de contaminantes que absorben la luz y de discriminar las partículas del carbono negro de otras como el carbono marrón (generado por la quema de biomasa), cenizas volcánicas, polvo y algas, que pueden provocar un efecto similar”, concluyó Beltramone en declaraciones a Prensa CONAE.