Estudian cómo los perros sueltos sin supervisión pueden afectar a la fauna silvestre

El relevamiento evidencia cómo la interacción entre estos animales domésticos y la fauna silvestre puede afectar y causar problemas a más de 80 especies diferentes en el país.

El grupo de Investigaciones en Biología de la Conservación del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (INIBIOMA, CONICET-UNCOMA) lleva adelante un estudio que demuestra el impacto de los perros sueltos sobre la fauna silvestre en Argentina. Algunos resultados de la investigación, liderada por Lucía Zamora, Agustina di Virgilio y Sergio Lambertucci, fueron publicados recientemente en la revista Biological Conservation, donde precisan que al menos 80 especies de animales diferentes podrían verse afectadas en todas las ecorregiones del país.

En el marco de este estudio, se llevó a cabo una encuesta a más de mil personas cuyos datos obtenidos muestran que el 68 por ciento vio al menos una vez a perros sueltos atacando a fauna silvestre y que el siete por ciento de esas especies perjudicadas se encuentran amenazadas de extinción a nivel nacional. Entre ellas se encuentran el huemul, el pudú, la taruca, los flamencos, los pingüinos, el huillín, las corzuelas y los cauquenes.

Según el informe, los perros, con su ladrido y olor, pueden generar estrés y miedo en la fauna silvestre y ahuyentarla. También, al seguir su instinto, persiguen y matan tanto a carnívoros silvestres como a sus presas. A su vez, los perros sueltos sin supervisión y que no son bien cuidados pueden transmitir enfermedades tanto a las personas como a la fauna silvestre.

“En este estudio encontramos que el 60 por ciento de los argentinos tienen al menos un perro y muchos de ellos circulan libremente en algún momento del día. Esto es preocupante ya que se sabe que un perro suelto sin supervisión puede recorrer hasta 30 kilómetros en un día. Es por ello que una de las primeras acciones que se pueden implementar para reducir el impacto de esta problemática es practicar la tenencia responsable de nuestros animales de compañía”, aseguró Zamora, becaria posdoctoral del CONICET en el INIBIOMA, a Prensa CONICET.

El impacto de los perros en la fauna silvestre puede ser mayor en áreas donde los asentamientos humanos están cerca de áreas naturales protegidas. En estas áreas no está permitido el ingreso de perros ya que son espacios destinados a la conservación de las especies y sus ambientes naturales.

Sin embargo, las encuestas revelaron que en el 75 por ciento de 240 áreas protegidas visitadas por los encuestados se observaron perros sueltos sin supervisión y que el 62 por ciento de las personas presenció al menos un evento de caza o persecución de fauna silvestre. Esto sugiere que el problema está ampliamente presente en ambientes naturales que deberían proteger especies de alto valor de conservación.