Dormir mal, un factor de riesgo para la salud de los médicos

Una investigación del CONICET analiza la calidad del sueño y de las horas de descanso de médicos residentes en hospitales de Buenos Aires y los efectos sobre la salud. Además, plantean la importancia de aportar evidencia científica para discutir políticas públicas.

Médicos que, durante sus residencias, trabajan más de 80 horas semanales, y cuyas jornadas laborales pueden extenderse más de 30 horas seguidas. Una calidad de sueño muy baja o inferior a las seis horas diarias. Estas son algunas de las cifras que arroja una investigación del CONICET que busca analizar las condiciones de descanso y de sueño de profesionales de la salud de hospitales.

“Nuestro grupo estudia el sueño y los ritmos biológicos en médicos residentes que, con sus jornadas de trabajo extensas, ponen en riesgo tanto su salud y su bienestar como la de sus pacientes”, explicó Malena Mul Fedele, investigadora del CONICET e integrante del equipo.

El grupo de trabajo, dirigido por el doctor Daniel Vigo, analizó y encuestó a profesionales de la salud que realizan guardias en distintos hospitales de la región de AMBA. En la mirada de los expertos, las malas condiciones de descanso y la calidad de las horas de sueño tienen un importante impacto en la salud.

“Nuestro cuerpo está preparado para descansar de noche y hacer actividades de día. Lamentablemente, vivir al revés no solo trae consecuencias a corto plazo, como la fatiga o la irritabilidad. Si, además, esto se extiende en meses o años, aumenta considerablemente el riesgo de contraer enfermedades como la diabetes y distintos tipos de cáncer”, alertó Mul Fedele. A este escenario, también se agregan impactos a nivel psicológico y social.

“En el primer caso, se producen cambios en la esfera afectiva, como fluctuaciones en el humor, ansiedad y depresión y, a nivel social, se observan cambios en la forma de interaccionar con la familia, los amigos y los compañeros”, profundizó la especialista.

La investigadora del CONICET también señaló que, en el caso puntual de los médicos residentes, el escenario de no dormir bien obedece a la falta de oportunidades para hacerlo ya que es una población totalmente informada sobre la importancia del buen sueño.

“En las encuestas, pudimos ver que duermen todo lo que pueden dormir. El problema es que, si trabajan en exceso y una gran cantidad de horas continuas, las oportunidades de descanso son pocas. Estamos indagandosobre el desarrollo de nuevos métodos para monitorear los trastornos del sueño y la disrupción de los ritmos circadianos debido a esos turnos prolongados”, concluyó la investigadora.

Pensar en políticas públicas a largo plazo

Para el equipo de investigación, uno de los próximos objetivos es empezar a ofrecer evidencia científica para discutir políticas públicas y legislaciones en torno a las horas de trabajo de los médicos residentes. “El desafío es demostrar todo este escenario con información científica validada para que nos empiecen a prestar atención y empiece a debatirse y a buscar la solución a esta problemática”, remarcó Mul Fedele.

Leé la nota completa en www.ctys.com.ar