Descubren que los altos niveles de sal en la piel repelen a las vinchucas

Se trata de un trabajo de especialistas del CONICET que sienta bases para el desarrollo de nuevos repelentes contra insectos vectores de enfermedades.

Un estudio de un grupo de investigadores del CONICET demostró que la vinchuca Rhodnius prolixus, transmisora de la enfermedad de Chagas, evita alimentarse si el sustrato (piel) donde intenta picar tiene altos niveles de sal. El trabajo, publicado en la Revista Science, no solo describe ese comportamiento por primera vez en un insecto hematófago, sino que también demuestra las bases fisiológicas y moleculares que lo sustentan.

Para desarrollar el experimento, emplearon membranas artificiales que imitaban la piel del hospedador o animal a ser picado y los impregnaron con diferentes niveles de sales. “Con ensayos de comportamiento observamos la aversión por picar y alimentarse sobre sustratos salados. Luego identificamos y caracterizamos electrofisiológicamente las neuronas involucradas en la detección de sal y seguimos su trazado neuronal hacia el cerebro para hallar el sitio donde esta información es procesada”, explicó Romina Barrozo, líder del estudio y jefa del Grupo de Neuroetología de Insectos Vectores del Instituto de Biodiversidad, Biología Experimental y Aplicada (IBBEA, CONICET-UBA).

Asimismo, adelantó a Prensa CONICET que ya comenzaron los estudios en otros insectos, como los mosquitos, ya que tienen receptores ortólogos o equivalentes a los hallados en la vinchuca Rhodnius prolixus, lo que abre un nuevo campo de investigaciones.

Cabe recordar que la enfermedad de Chagas es una patología desatendida y endémica de Argentina que afecta a cerca de ocho millones de personas en América Latina. Produce alteraciones cardíacas y digestivas y reduce la esperanza de vida en aproximadamente un 30 a 40 por ciento si los pacientes no son tratados.