Descubren más de un centenar de fósiles de ocho géneros de animales prehistóricos

El hallazgo incluye restos de ciervos, megaterios, gliptodontes y mastodontes, entre otras especies. Los huesos, de una antigüedad aproximada de más de 10.000 años, permitirán conocer más sobre el ecosistema, la geografía y el clima de la época.

A lo largo de los últimos años, el partido bonaerense de San Pedro se convirtió en escenario de varios hallazgos paleontológicos de enorme relevancia para el campo. Ahora, y gracias a la acción fortuita de una empresa privada que hacía trabajos de remoción de sedimentos en la zona, investigadores descubrieron más de cien piezas fosilizadas correspondientes a ocho géneros de animales prehistóricos, lo que constituye un verdadero tesoro paleontológico.

“Lo que al principio eran un montón de fragmentos que sobresalían de las rocas, terminó siendo un hallazgo sumamente interesante, con alrededor de 115 huesos fósiles que incluyen animales como ciervos, megaterios, gliptodontes, caballos y mastodontes prehistóricos, entre otros”, explicó José Luis Aguilar, director del Museo Paleontológico Fray Manuel de Torres y parte del equipo que recuperó los fósiles, a la Agencia CTyS-UNLaM.

Los huesos, de más de 10.000 años de antigüedad, incluyen a ejemplares como las macrauchenias, un llamativo animal con una pequeña trompa como la de los tapires, o los toxodontes, animales similares al hipopótamo actual. El equipo, integrado además por Julio Simonini, Walter Parra y Miguel y Gastón Cáceres -estos dos últimos, los primeros en observar los fósiles-, logró recuperar los materiales antes de que fueran arrastrados por el agua al lecho del río y se perdieran para siempre.

Para Aguilar, más allá de la cantidad y diversidad de piezas, una de las claves de este hallazgo es el nivel de preservación de los huesos.

Entre los restos descubiertos sobresalen, por su tamaño, dos mandíbulas de mastodontes adultos, con molares incluidos y parte de una defensa o colmillo muy bien conservado. De los dos géneros de gliptodontes, hay una rama mandibular impecable y, también, partes de extremidades y molares de caballos prehistóricos, entre muchos otros huesos.

Para Aguilar, más allá de la cantidad y diversidad de piezas, una de las claves de este hallazgo es el nivel de preservación que presentan los huesos. “En muchísimas ocasiones, te encontrás con huesos que los agentes meteorológicos fueron rompiendo y cuesta identificar a la especie o al género. En este caso, los fósiles están muy bien conservados, lo cual facilita la tarea de los futuros investigadores que quieran analizar el material”, subraya.

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