COP27: entre daños, pérdidas y el desafío de lograr el financiamiento climático

Líderes mundiales y autoridades de más de 190 países están reunidos en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) para negociar, debatir y evaluar el escenario de la política ambiental global. Este año, el foco está puesto en el financiamiento y su implementación y la crisis energética global, así como en los esfuerzos para continuar en el camino de la adaptación y mitigación en torno al Acuerdo de París.

Desde el 6 al 18 de noviembre, en Sharm el-Sheikh, Egipto, se lleva a cabo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022 (COP27). En esta edición, la Cumbre, que reúne año a año autoridades de casi todos los países del mundo, está haciendo énfasis en el financiamiento y las acciones concretas de las naciones, tras conocerse que, desde el año pasado, menos de 30 estados de los casi 200 miembros de la COP reforzaron sus objetivos de reducción de emisiones.

En su discurso inaugural, António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, advirtió que “la humanidad tiene una elección: cooperar o morir; o un pacto por la solidaridad climática o un pacto por el suicidio colectivo", en lo que fue una intervención que reiteró el pedido de compromiso global con el planeta.

Al mismo tiempo que se realizaban los discursos de los mandatarios y las primeras negociaciones climáticas de la cumbre, se publicó un nuevo reporte sobre emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), a cargo del equipo científico del Global Carbon Project, que encendió las alarmas: si los niveles actuales de emisiones persisten, hay un 50 por ciento de probabilidades de que el calentamiento global de 1,5°C se supere en apenas nueve años.

Consultada por la Agencia CTyS-UNLaM, Paulina Martinetto, doctora en Ciencias Biológicas (CONICET-UNMdP), consideró que “las COPs son sumamente importantes, porque son las reuniones principales de los órganos de negociación internacional de cambio climático y en donde las decisiones que se toman son vinculantes para las partes”. Según Martinetto, “hay algunas COPs que han sido más importantes que otras. Por ejemplo, en la COP21 de París, en 2015, se definieron las metas de mitigación y adaptación al cambio climático de los países parte a través de las contribuciones determinadas nacionalmente (NDC, por sus siglas en inglés)”.

“El hecho de que sean anuales, en conjunto con los compromisos que se van asumiendo, hace que entre cada reunión los organismos nacionales pertinentes al cambio climático tengan que trabajar en sus planes y estrategias de Adaptación y Mitigación de manera concreta”, explicó. “Las dificultades que van surgiendo para poder asumir esos compromisos y los nuevos reportes científicos que van actualizando la información con escenarios y tendencias son los factores que definen la agenda general y particular de cada región -amplió la especialista, coautora del capítulo III del informe del IPCC sobre cambio climático y vulnerabilidad-. Siempre se espera que se firmen nuevos acuerdos que pongan presión para que las acciones de adaptación y mitigación se lleven a cabo con la urgencia que la situación requiere”.

En agenda: las pérdidas y daños se tratarán por primera vez en la historia de las COPs

Las pérdidas y los daños son los impactos debido al cambio climático que sufren los países en este momento y a los que no pueden adaptarse. En esta edición, el eje en torno a esta discusión específicamente resalta que las naciones más vulnerables que han contribuido en menor grado al calentamiento global son las que más experimentan pérdidas y daños, mientras que las naciones desarrolladas responsables de la mayor parte de las emisiones de GEI no se ven limitadas económicamente para cumplir con las NDC.

“La discusión que prevalece ahora en la COP es quién debe pagar los costos de adaptación y qué mecanismos de financiamiento deben adoptarse. Es una discusión necesaria que más temprano que tarde tenía que darse, porque, como se manifestó en el Artículo 6 del Acuerdo de París, las desigualdades incrementan los impactos del cambio climático”, explicó Martinetto a la Agencia CTyS-UNLaM.

Si bien se esperaba que este debate tuviera lugar el año pasado en la COP de Glasgow, lo cierto es que no ocurrió. “Este 2022 parece dominar la agenda dividiendo aguas entre países ricos contaminantes y naciones pobres que sufren más las consecuencias climáticas. Tendremos que esperar a ver si se firma, finalmente, algún acuerdo donde se asuman responsabilidades que puedan impulsar el financiamiento de acciones de adaptación y mitigación equitativas”, puntualizó la experta en Ecología Marina.

Por último, Martinetto concluyó: “Más allá que la discusión se está dando en términos económicos, no hay que dejar de tener en cuenta que, cuando hablamos de pérdidas y daños, nos referimos a vidas humanas y ecosistemas naturales que soportan el bienestar humano. Así que la discusión es definitivamente importante. Para saber si se está llevando a cabo de manera inteligente en la COP27, tendremos que esperar los resultados de las negociaciones”.

Para seguir leyendo, ingresá a la web de la Agencia CTyS.