Compostaje: recomiendan su uso como práctica sustentable

Especialistas destacan esta técnica como una alternativa a la gestión de desechos, para reciclar nutrientes y regular el stock de carbono en el suelo. La modalidad permite disminuir la cantidad de basura orgánica que se genera en los hogares y que, actualmente, representa un 50 por ciento del total desechado.

Según datos de la ONU, en el mundo se generan alrededor de 1.500 millones de toneladas de residuos por año, de los cuales 541.000 pertenecen a Latinoamérica. Ante la situación crítica a nivel ambiental, desde hace varios años, los expertos recomiendan la práctica del compostaje, un proceso biológico que permite transformar los residuos orgánicos en abono y que enriquece y reactiva el suelo de las huertas, jardines o canteros.

“Es una práctica que se puede realizar tanto en los hogares como a gran escala. Consiste en la mezcla de residuos ricos en carbono -como aserrines, papel, cartón, cáscara de arroz, restos de poda y paja seca, entre otros-, con los ricos en nitrógeno, como el estiércol, restos de frutas y verduras, yerba y té”, definió Agustín Colson, técnico investigador en la Agencia Avellaneda del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA- AMBA).

La transformación de los residuos es llevada adelante por microorganismos descomponedores, como hongos y bacterias. “Estas especies son verdaderos recicladores que, mediante su acción, descomponen, desarman y reorganizan la materia. El resultado posee múltiples beneficios para el suelo”, continuó Colson.

Entre las principales ventajas que presenta este tipo de reciclado, se encuentran: un menor costo en la gestión de Residuos Sólidos Urbanos, mayor disponibilidad de nutrientes y una menor cantidad de residuos depositados en rellenos sanitarios o en basurales, explicaron los especialistas. Además, la técnica permite la reducción de patógenos o vectores de enfermedades en el almacenamiento de residuos y la disminución de gases de efecto invernadero. Para la ingeniera química Elizabeth Peralta, investigadora y miembro de la comisión asesora de la Asociación Argentina de Compostaje (ASACOMP), este último aspecto es clave.

“En la actualidad, los residuos de las ciudades representan un cuatro por ciento en el total de la generación de gases de efecto invernadero, una de las principales causas del calentamiento global. Es decir, tienen el mismo porcentaje de incidencia que los procesos industriales”, alertó la investigadora.

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