Buscarán hacer impresiones 3D a partir del residuo de aserrín

Investigadores del Instituto de Materiales de Misiones (IMAM, CONICET – UNaM) participan de un proyecto internacional para el desarrollo de biomateriales con el aprovechamiento de residuos de ingenios y aserraderos.

El proyecto es coordinado por la doctora María Cristina Area, investigadora independiente del CONICET y vicedirectora del Instituto de Materiales de Misiones (IMAM, CONICET – UNaM), quien indicó que el “objetivo es poder obtener materiales que sean sustentables y que también cuenten con buena resistencia, algo que será posible a mediante el uso de nanocelulosa”.

Equipos de investigación de Alemania, Finlandia, Noruega, Chile y Perú intervienen en este trabajo, en el que también participan empresas privadas. Esta semana, las instituciones y grupos que integran del proyecto ValBio-3D (Valorización de residuos de biomasa para materiales de alto valor agregado para bio-impresiones 3D) se encuentran reunidos en la ciudad de Lima.

Actualmente, las impresoras 3D trabajan con plásticos derivados del petróleo. En tanto, este proyecto aprovechará el desecho de la caña de azúcar y residuos forestales como el aserrín de pino. A partir de esos materiales, se realizará el fraccionamiento en compuestos químicos y la producción de nanocelulosa y biopolietileno, para finalmente obtener biomateriales que se convertirán en los insumos para las impresoras.

“Las impresoras 3D han generado una enorme revolución y son capaces de producir todo tipo de elementos de diferentes tamaños, hasta prótesis”, comentó la doctora Area. Y valoró: “Que esos objetos estén hechos de materiales obtenidos a partir de recursos renovables será un gran logro”.

El financiamiento para ValBio-3D se obtuvo a través de un proyecto colaborativo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT) con la Unión Europea.