Según un estudio de la UNLaM, el 53 por ciento de los habitantes del AMBA adhiere a las nuevas medidas de aislamiento social

La encuesta muestra una adhesión al endurecimiento del aislamiento en las zonas en que se concentra la pandemia, aunque asoma una marcada disminución del estado de ánimo de la población.

Un nuevo estudio de opinión pública realizado por el Observatorio Social de la Secretaría de Medios y Comunicaciones de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) revela que, en momentos en que el Gobierno nacional ha decidido endurecer las medidas de aislamiento desde el 1 al 17 de julio, el 53,5 por ciento de los habitantes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde hoy se concentra la pandemia de coronavirus, muestra su adhesión a la decisión. En tanto, un 32 por ciento está en desacuerdo, mientras que el 14,5 por ciento no se muestra ni de acuerdo ni en desacuerdo.

La encuesta analizó 1.210 casos reclutados de forma online, entre el 27 y el 29 de junio, entre residentes del AMBA mayores de 16 años, y arrojó, además, que el estado de ánimo general disminuyó un 41,2 por ciento en relación al inicio del aislamiento, cuyo resultado es similar al obtenido a las últimas mediciones realizadas a principios de mayo y a principios de junio.

En el aspecto emocional, si bien un 56,2 por ciento afirmó que no requirió ayuda profesional, un 43,8 por ciento consideró que necesitó o cree necesitar atención psicológica profesional, a raíz de la presencia de los siguientes estados anímicos o síntomas: tristeza/desesperanza (27,1 %), ansiedad (25,2%), angustia (22,8%) o inestabilidad emocional (20,9%). También, aparecen intolerancia al encierro (12,4), ideas de muerte (9,3%) y falta de adaptación (5,3%).

La situación económica
De acuerdo al estudio, los encuestados posicionaron a las preocupaciones económicas tanto a nivel “personal” como a nivel de la “economía del país” por encima de las preocupaciones “sanitarias”. Al respecto, el 53,1 por ciento afirmó que su economía no podría aguantar más de un mes en aislamiento. A su vez, el 50,3 por ciento presentó dificultades para pagar servicios desde el inicio del aislamiento, un 43,6 por ciento afirmó haber tenido que pedir dinero prestado, de los cuales un 28,4 por ciento lo hizo para comprar alimentos, un 15,7 por ciento para pagar servicios y un 12,2 por ciento para pagar otra deuda, entre las principales respuestas.

En referencia a la percepción personal sobre la atención que recibe del Estado, un 31,3 por ciento la considera positiva, un 27 por ciento la ve como negativa por lo “insuficiente” y un 16,1 la considera mala porque la solicitó y no la recibió. En torno a la percepción sobre los sectores que, en mayor medida, el Gobierno nacional se está ocupando, aparecen “los más pobres”, con el 44,9 por ciento, en primer lugar, y, en segundo lugar, figuran “los trabajadores informales", con el 22,1 por ciento de los encuestados, mientras que en la percepción sobre los menos atendidos por el Estado se encuentran los pequeños comerciantes (38,2 %) y los jubilados (32,6 %).

La valoración sobre las gestiones de gobierno
Ante la crisis económica y sanitaria, los gobiernos con impacto en el AMBA siguen condensando niveles altos de apoyo, aunque con un descenso con respecto a la medición anterior. El Gobierno nacional lidera las valoraciones positivas, con un 50,2 por ciento, y genera una sensación de “confianza”, “claridad”, “seguridad” y “liderazgo”, categorías que agrupan a un 52,6 de los encuestados.

En referencia a la evaluación de gestión del Gobierno de la provincia de Buenos Aires sobre el COVID-19, el 34,6 por ciento la consideró buena y el 14 por ciento muy buena, mientras que el 9,8 por ciento la evaluó como mala y el 6,9 por ciento como muy mala. En tanto, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presenta una valoración positiva de la gestión de 48,6 por ciento y una negativa de 16,7 por ciento.