"La situación se agravó": el diagnóstico de Kicillof, que planea flexibilizar el interior y mantener los controles en el AMBA

Tras reunirse con expertos en salud y más de 50 intendentes, el Gobernador advirtió que la tasa de contagios se está acelerando y, por eso, adelantó que no se esperan grandes cambios en el GBA, aunque se dará lugar a una mayor apertura en distritos del interior, cuya situación epidemiológica es menos preocupante. Los detalles se conocerán en el anuncio que compartirá con el Presidente este jueves. 

"En estas últimas semanas, la situación epidemiológica de la Provincia se agravó, tanto por el crecimiento de casos como por su aceleración. Estamos ante una fase de crecimiento exponencial de la curva de contagios, y nuestra política es seguir cuidando a todos y a todas". Con ese análisis, el Gobernador bonaerense, Axel Kicillof, sintetizó su diagnóstico sobre la situación actual de la pandemia de coronavirus, tras reunirse por videconferencia con más de 20 expertos en salud que lo asesoran y más de 50 intendentes, de cara a la extensión de la cuarentena que anunciará este jueves, en una conferencia que encabezará el Presidente, Alberto Fernández, desde Olivos.

En ese estado de situación, pero también presionado por el reclamo de un grupo de alcaldes que le piden habilitar más actividades -sobre todo, comerciales, ante la crisis económica que se profundizó con la pandemia- Kicillof planea que la próxima fase de la cuarentena que comenzará el lunes estará marcada por un contraste aun más fuerte entre el interior de la Provincia, donde muchos distritos se mantienen sin casos, y los 40 municipios que integran el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde se concentra la preocupación. "Fue un muy mal día", resumió el Gobernador, luego de que se conociera que, este miércoles, los casos positivos de coronavirus detectados en territorio bonaerense llegaron a los 422.

En ese sentido, el mandatario provincial explicó que, en la Provincia, conviven dos realidades "muy distintas", entre el interior y el Gran Buenos Aires. "Estos fenómenos paralelos entre distritos que tienen muy poca o nula circulación del virus y una región como el Área Metropolitana, que nuclea gran parte de los contagios, requiere tomar medidas acordes a cada lugar cumpliendo con los criterios epidemiológicos generales”, remarcó, para adelantar cómo imagina la cuarentena a partir del próximo lunes.

"Los distritos con escasa circulación viral irán hacia una etapa con más actividades habilitadas, mientras que en el AMBA mantendremos los controles necesarios, buscando disminuir cada vez más la transmisión", detalló.  

"Tener éxito en una pandemia es ganarle en velocidad al virus para aplanar la curva todo lo posible y reducir la cantidad de contagios", agregó su ministro de Salud, Daniel Gollán, quien viene expresando su preocupación por la aceleración de los contagios y un posible colapso del sistema de salud bonaerense. Por eso, aseguró que se está trabajando en la búsqueda activa, control de focos y aislamiento de los casos confirmados para evitar la aceleración de la circulación viral, principalmente, en el Gran Buenos Aires.

Al finalizar el encuentro que encabezó en La Plata, durante una entrevista televisiva, Kicillof amplió su diagnóstico y anticipó las medidas que se implementarán en la próxima fase, que comienza el 8 de junio, y volvió a marcar algunas diferencias con la administración de la cuarentena en la Ciudad de Buenos Aires que, según se prevé, irá hacia una mayor apertura. 

"Los casos están concentrados en el Conurbano. Entre la Provincia y la Ciudad, no hay una frontera. La mitad de la gente que trabaja en Capital, vive en la Provincia, entonces nada de lo que haga (el jefe de Gobierno porteño, Horacio) Rodríguez Larreta, me es indiferente, porque es un continuo urbano. Si se toman medidas distintas, se genera un contrapeso, así que estamos coordinando todo lo que podemos", apuntó, sobre la reunión que mantuvieron el martes.

Asimismo, desestimó las críticas de quienes le plantean que su administración de la cuarentena "es muy dura". "Todo el interior está mil veces con mayor flexibilidad que el Conurbano. Se han dado autorizaciones para salir a correr, para salir a pasear por plazas y todo lo que estaba permitidio, se permitió, aplicando barreras y controles sanitarios muy estrictos. Y, en el Conurbano, a cerca de mil empresas se les autorizó la reapertura, igual que a los comercios barriales, excepto en algunos rubros, como indumentaria, porque genera mucho intercambio. Mi intención es autorizar toda la actividad económica que se pueda, no es que estamos todos encerrados como el primer día", remarcó.

En esa sintonía, advirtió que una mayor flexibilización no es aconsejable en momentos en que la curva de contagios se acelera: "No sé en que cabeza puede caber, cuando el único remedio que hay es el aislamiento y en una situación donde los casos siguen creciendo, pedir una mayor apertura. Nuestra prioridad es cuidar la salud de la gente y que el contagio no estalle". "Nadie se enamoró de la cuarentena, la situación que estamos atravesando es solo culpa de la pandemia", sintetizó.