Conflicto en la Textil Iberoamericana: “Hay una promesa de ir solucionando la deuda que queda”

Así lo expresó a este medio el secretario general de la Confederación General del Trabajo matancera, Mario Ortiz, sobre la deuda que aun se mantiene con los trabajadores de la fábrica de Ramos Mejía. Además, adelantó que se planea retomar la producción en el lugar “con el protocolo sanitario necesario”.

Hace varios años, la fábrica Textil Iberoamericana de Ramos Mejía, popular por ser la única que produce corderoy en Sudamérica, pasa por constantes altibajos debido a una deuda a la que no se le puede dar fin y que, encima, se volvió “una bola de nieve imparable” durante la gestión del macrismo, según palabras de los trabajadores a este medio.

Pero, días atrás, se abrió un aparete camino de resurrección debido a un diálogo con los dueños del lugar y el pago de alrededor de 30.000 pesos a los trabajadores. Con eso y la posibilidad de un plan de pago para ir disminuyendo la deuda, el panorama es más optimista que en el último tiempo.

En diálogo con El1 Digital, el secretario general de la Confederación General del Trabajo matancera, Mario Ortiz, se refirió al “descanso” en el conflicto y aseguró que “hay una promesa de ir solucionando la deuda que queda, que incluye algunas quincenas, vacaciones y aguinaldos”.

“A partir de la pandemia, la empresa cerró la fábrica y no había comunicación con la comunicación interna ni con el sindicato. Hablamos con la dueña y con el contador para agilizar el pago que se hacía a través del Gobierno (en referencia al ATP) y forzar a la empresa a que depositara algo de plata”, detalló.

“Los trabajadores cobraban las quincenas en cuotas y los aguinaldos en dos o tres veces. Ahora, hay una promesa y vamos a ver qué pasa”, indicó y destacó que “la comisión interna hizo un trabajo bárbaro” para lograr que el escenario haya mejorado, a pesar del aislamiento por el coronavirus.

En ese sentido, adelantó que se está trabajando “para la reapertura de la fábrica”, usando “los protocolos sanitarios necesarios”. “Lo que se planteó desde la comisión interna y el gremio es que la apertura se haga con una cantidad mínima de gente, aunque, los que no estén, seguirán cobrando hasta que se normalice la situación”, cerró.