Dura situación de los obreros de la Textil Iberoamericana: sin cobrar en meses, organizan olla popular y colecta

La pandemia agravó el conflicto laboral del que estaban tratando de salir los trabajadores de la fábrica de Ramos Mejía. Los pagos ya eran a cuentagotas y con atrasos y, desde que se inició el aislamiento obligatorio, la planta quedó parada.

Cuando parecía que la crisis más grave había sidosuperada el año pasado, los trabajadores de la Textil Iberoamericana,de Ramos Mejía, tratan de sobrevivir en esta cuarentena por lapandemia de coronavirus sin poder cobrar sus salarios hace más de dosmeses. Por eso, decidieron organizar para este viernes a las 11, en las puertas del establecimiento, ubicado en la calle Virrey Cisneros 1.533,una “olla popular” para compartir con el barrio, además de iniciar “una colectapara armar un fondo de lucha”, según anunciaron.  

Mariano Justiniano, uno de los trabajadores, con ochoaños de antigüedad, manifestó en diálogo con El1 Digital: “Estamos sin cobrar. No estamos percibiendo ninguno de los salarios desde que empezó la cuarentena y, antes, veníamos con problemas”.

En agosto pasado, esta PyME, que emplea a alrededorde 120 personas, ya presentaba serios problemas no solo para afrontar lossueldos; también, les habían cortado el gas por falta de pago. Pero, a partir dediciembre, el cambio de signo político en los gobierno nacional y provincial prometía una reactivación.Incluso, Jorge Spíngola, integrantedel directorio de la compañía, había adelantado que esperaban unrepunte en la producción.

“Desde hace cuatro años que venimos mal, pero, en elúltimo año, venimos totalmente para atrás y cobramos solo entre 3.000 y 4.000 mil pesosen cuotas. Pagan en tres o cuatro veces una quincena de 12.000 pesos”, aseveróJustiniano. Además, describió el panorama: “Ahora, se agravó todo con la cuarentena, porque, desde que arrancó, no vimos más uncentavo. Ya no sabemos qué hacer, yo tengo un hijo de nueve años al que tengo quedarle de comer y, hoy, estamos comiendo gracias a mis otros hijos, más grandes, quenos están ayudando”.   

Acerca de cuál es la posición de los patrones de laempresa, el trabajador mencionó que “no hay vínculo porque no dan la cara”. No obstante, reconocen que “tampoco” tienen relación con la parte sindical. “Si llamo a la empresa,los únicos que pueden llegar a atender son algunos de los delegados que estánde porteros ahora, y nada más”, sostuvo.

Según precisaron los obreros, el sindicato SETIA representaa los trabajadores mensuales y el gremio OIT, a los quincenales. “Quedamos desamparadosde todos lados. Ninguno de los dos sindicatos está haciendo nada”, fustigaron. “Hace un mes queestamos en cuarentena y no son capaces de reclamar nuestros sueldos; recién este miércoles, OIT está entregando una bolsita de mercaderíaen la casa de un compañero porque no los dejan bajarla en la fábrica”,lamentaron.