“Sin medidas obligatorias, no habría mujeres en las listas”, dicen desde la ONG que monitorea la ley de paridad

Ojo Paritario es un colectivo que sumó el compromiso de la mayoría de las fuerzas políticas para que se cumpla la ley de paridad de género, que entra en práctica en estas elecciones, para que haya igualdad de representación política entre varones y mujeres.

En las elecciones de este año, entrará en práctica, por primera vez, la ley de paridad de género que se reglamentó el 8 de marzo pasado y que establece que todas las fuerzas y alianzas partidarias que compitan en elecciones legislativas nacionales deberán presentar listas integradas en un 50 por ciento por varones y otro 50 por ciento por mujeres, de manera intercalada y consecutiva, desde el primer aspirante titular hasta el último suplente. La paridad también deberá cumplirse en la Provincia, que cuenta con una legislación propia desde 2016.

Para monitorear su cumplimiento e instalar la necesidad de igualdad de género en términos de representatividad política, desde abril, se puso en marcha Ojo Paritario, un espacio conformado por diversos partidos políticos y organizaciones. La realidad indica que, hoy, en el Congreso, las mujeres ocupan el 38 por ciento de las bancas en Diputados y el 40 por ciento de las del Senado. De los 135 municipios bonaerenses, solo cuatro son gobernados por mujeres -incluido La Matanza, con Verónica Magario-, mientras que, en toda la historia del país, hubo solo ocho gobernadoras.

En diálogo con 5 minutos más, de Radio Universidad, la socióloga Virgina Franganillo, integrante de Ojo Paritario y primera directora del Consejo Nacional de la Mujer, planteó que la importancia de esta ley radica en que “si no hay medidas obligatorias, no hay mujeres en las listas”.

En ese sentido, recordó los antecedentes históricos que permitieron dar lugar a la paridad electoral. “Si no hubiera habido una ley de cupo (sancionada en 1991), no hubiese habido mujeres en las listas, no me cabe ninguna duda. Fuimos el primer país en tener una legislación así, no fue solo por ser valientes, sino por nuestro recorrido”, apuntó.

“Nosotras contamos con una situación extraordinaria desde la década de 1940, porque Argentina tuvo un cupo no escrito de 33 por ciento a partir de Eva Perón, lo que fue un antecedente importante. Luego, la alianza entre los partidos y la creación del primer Consejo de la Mujer nos permitió, a partir de una enorme movilización, encarar esta gesta que fue arrancar la ley de cupo, que nos permitió pasar del cuatro al 30 por ciento de representación en el Congreso. Esta ley de paridad es la continuidad”, repasó.

Franganillo advirtió, además, que Argentina se caracteriza por los altos niveles de politización de las mujeres, lo que no tiene un correlato en términos de representatividad legislativa ni en los gobiernos. “Nunca se les exigió a los varones, que en el mundo siguen siendo los dueños de la política, tener méritos para ejercerla, como sucede con nosotras. En la política hay que representar y las mujeres, históricamente, hemos estado en las bases de los partidos, pero no en la representación”, destacó.

“Argentina es uno de los países que se destacan porque las mujeres empiezan con la politización a edades más tempranas, hay mucha participación social y política de las mujeres, tenemos una legitimación enorme por la militancia feminista, pero, sin embargo, es difícil que participemos de las decisiones. Eso es lo que se abre ahora con la paridad, porque la ley abre la práctica y hay que decir que para que nosotras, efectivamente, estemos coexistiendo en el sistema político en condiciones de igualdad con los varones, falta bastante”, agregó en la misma sintonía.

Como parte de las acciones de Ojo Paritario, la mayoría de las fuerzas políticas que participarán en estas elecciones nacionales se comprometieron firmando una serie de puntos para que la ley se cumpla. “Si bien es fácil monitorear el cumplimiento de la paridad, porque es intercalar una candidata con otro candidato, es importante instalar el monitoreo y que se vea que hay mucha movilización para que se cumpla. La clave es que se hable de la paridad, porque es incompleta cuando es solamente en el ámbito de la representación legislativa, así que la idea es que esto se contagie”, sumó.

“El cupo, en su momento, abrió el debate sobre la condición social de las mujeres y, ahora, estamos diciendo que ya pasaron 30 años de eso, que hay millones de mujeres en las calles y que tienen que ser parte central de una agenda de gobierno. Por eso, también exigimos feministas en las listas”, cerró la socióloga.