Comenzó a regir un aumento de hasta 40 por ciento en las garrafas

El Estado nacional autorizó una remarcación de los valores de venta al público pero mantendrá el subsidio para hogares con ingresos bajos. Qué pasa en La Matanza.

En las últimas horas, comenzó a regir un aumento de hasta 40 por ciento, fijado por el Gobierno nacional, para el precio público de las garrafas de gas, un insumo básico para los hogares sin conexión a la red troncal.

Así, la garrafa de diez kilos, que rondaba los cien pesos, pasó a costar 122,17 pesos, aunque sin contar los impuestos ni el costo que las empresas distribuidoras aplican por la venta a domicilio. En tanto, el nuevo valor de la garrafa de doce kilos es de 146,60 pesos y el de la de 15 kilos, de 183,26 pesos, también sin impuestos ni costos extra.

Cabe destacar que, por la vigencia del Programa Hogares con Garrafa, el Ejecutivo nacional se comprometió a que aquellos grupos familiares cuyos ingresos no superan el valor de dos salarios mínimos –es decir, 16.120 pesos- continúen pagando solo 20 pesos por garrafa, dado que el Estado nacional les reintegra el resto a través de la ANSES.

Panorama en La Matanza 

Los precios máximos fijados por el Estado nacional suelen cumplirse en las plantas distribuidoras de gas, a las que, muchas veces, cuesta llegar si no se cuenta con auto o la posibilidad de pagar un remis, mientras que, en los barrios, esos valores aumentan bastante.

Pero, además, en un relevamiento realizado por el programa Después vemos, de Radio Universidad, se encontró que la planta distribuidora de YPF de Ciudad Evita ya no vende garrafas al público y pueden comprarse únicamente en la sede de León Gallo 4.100, en Villa Constructora, donde se expende solo una por persona. Incluso, este viernes, no se están vendiendo porque, aducen en la compañía, “no hay gas disponible”.

En tanto, en la distribuidora Extragas, del barrio de San Alberto, donde sí se está comercializando el insumo, el precio final de la garrafa de diez kilos se ubica en 135 pesos, mientras que la de 15 kilos tiene un valor de 375 pesos, muy por encima del costo anunciado por el Gobierno nacional.

Quienes no pueden llegar a las distribuidoras terminan comprando en almacenes y negocios barriales, donde, como sucede habitualmente, los valores suelen ser muy superiores a los fijados por el Estado, por lo que el impacto del subsidio en los bolsillos cae abruptamente. Solo como ejemplo, se puede destacar el testimonio de una vecina a Radio Universidad, quien contó que, hasta el sábado, cuando la garrafa de diez kilos costaba cien pesos en las distribuidoras, “en el barrio se venía a 140 pesos”, es decir, un 40 por ciento más cara.