Alumnos y docentes de una escuela de La Tablada reclaman por falta de aulas y hacinamiento

Integrantes de la comunidad educativa del colegio primario Nº 155 exigen mejoras en la infraestructura del establecimiento, que, el último año, vio duplicada la cantidad de alumnos, al pasar a ser de jornada completa.

Desde el año pasado, luego de convertirse en un establecimiento de jornada completa, la escuela primaria Nº 155 de La Tablada se ve envuelta en un grave problema de infraestructura al verse desbordada por los más de 300 alumnos que conforman la matricula. En este sentido, representantes de la comunidad educativa reclaman que los chicos estudian en condiciones de hacinamiento debido a la falta de aulas y baños.

Ante la problemática, los docentes y directivos de la institución tuvieron que “improvisar” salones divididos por telas: “los chicos no se pueden levantar porque no hay espacio, tienen que salir de a uno al recreo”, manifestó Valeria Gómez, docente de la 155, en comunicación con El1 Digital.

A la falta de espacio y las aulas precarias, se suma que las oficinas en donde otrora funcionaban la dirección, la biblioteca, el equipo de orientación escolar y la sala de maestros hoy son destinadas para dictar clases.

“Hay aulas muy chicas y muchos alumnos y, por esto, trabajan en malas condiciones. Por ejemplo, las maestras hacen un gran esfuerzo para estar ocho horas con los chicos y hasta comen en las mismas aulas. Es muy difícil esta situación”, protestó Mónica, madre de dos alumnos de la institución. 

Estudiar amontonados
Los padres y maestros se movilizarán hacia el Consejo Esocolar para reclamar por las “condiciones deplorables” de la escuela. En esta línea, reclaman que el poco espacio físico del establecimiento conlleva a que los baños de la institución se vean colapsados: “Son muy pocos baños para tanta cantidad de chicos”.

Asimismo, los educandos y los maestros se ven obligados a comer en las mismas aulas donde estudian ante la inexistencia de un comedor. “En un aula 20 chicos comen, estudian y es muy incomodo para los chicos y las maestras”, se quejaron.