Liniers inauguró un mural en la Casa por la Identidad

“No nos van a vendar nunca más”, pregona el extenso dibujo que el historietista plasmó en el Espacio Memoria y Derechos Humanos. La referente de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, agradeció el obsequio e instó a seguir luchando por la recuperación de los nietos.

Con la ternura y profundidad que caracteriza a sus dibujos, el historietista Ricardo Siri Liniers realizó un mural, dedicado a las Abuelas de Plaza de Mayo, que permanecerá en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex Esma).

El pasado y el presente confluyen en las pinceladas. Una cadena de genes, que en algún momento fue asunto exclusivo de las ciencias duras, se transforma en el lazo que derrumbara la mentira, que permitiera unir eso que con perversa dedicación fue separado: la sangre. Una pared dibujada del suelo al techo muestra cómo la democracia se saca el velo, cómo el lugar donde hubo muerte, ahora rebosa de vida, de arte, de verdad.

“Me parece que hay una cosa de pulsiones, muchas veces un lugar que es muy oscuro, la historia misma lo lleva a transformarse en un lugar donde ahora está lleno de arte, está lleno de teatro, de alegría, de vida”, reflexionó Liniers ante su obra que simboliza la trasmutación que, gracias a la lucha Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, se produjo en la Ex Esma.

Según Liniers, la mejor expresión de esta bisagra histórica, social y cultural es el abrazo, el encuentro de las abuelas con sus nietos recuperados. Ese sentimiento lo invadió el 5 de agosto pasado, cuando Guido y Estela se recuperaron fundieron en ese abrazo buscado.

Todavía percibiendo las voces que resonaron en ese espacio, y que hoy encuentran lugar para hacerse oír a través del arte, Estela celebró la obra del dibujante y concluyó: “Esto viene a expresar una realidad todavía visible, porque si bien encontramos 116 nietos, aún falta encontrar centenares, que están en algún lado, que muchas Abuelas lo están esperando”.