En el show del gol, Almirante se durmió y Estudiantes lo empató

En un partido vibrante, y por momentos insólito, el Mirasol igualó ¡5 a 5! con el Pincha de Caseros. El equipo de Osvaldo Rodríguez siempre estuvo arriba en el marcador, pero no supo aguantar las ventajas que tuvo. Al menos, quedó el consuelo de dejar complicado al conjunto de Fabián Anselmo, que ya no depende de sí mismo para ascender directamente.

En un año en el que a Almirante todo le sale mal, es lógico que le ocurran las cosas más increíbles. Por ejemplo, que haga cinco goles en un partido y que no lo gane. Eso le sucedió en la tarde del sábado, en la cancha de Tristán Suárez, donde recibió a Estudiantes de Buenos Aires, con el que igualó 5 a 5, pese a haber estado siempre arriba en el marcador.

El partido, por momentos, se pareció a cualquiera de los que se puede ver en un torneo de aficionados, en el que todos atacan, se descubren en defensa. Y en ese ida y vuelta desenfrenado, el Mirasol siempre pegó primero.

A los 11, se puso en ventaja de manera inexplicable, con un tiro libre de Sebastián Romero que parecía que se iba por arriba del travesaño y que hizo que Martín Ríos se desentendiera de la jugada, pero la pelota hizo una rarísima parábola y terminó metiéndose en arco pincha.

Luego se armó una fiesta del gol que, por momentos, pintaba interminable: a los 20, empató Sosa. A los 21, Martínez Montagnoli, en contra, marcó el 2-1 para el Mirasol. A los 22, volvió a empardar Estudiantes por intermedio de Serrano. Y a los 43, Alexis Canelo puso el 3-2 con el que terminó el primer tiempo.

En el complemento, siguieron palo y palo. Al minuto, un blooper de César More le permitió al Aurinegro ponerse 4-2. A los nueve, descontó Sergio Sosa. Y un minuto después, Canelo estampó el 5-3 que uno imaginaba que iba a liquidar el pleito. Nada más equivocado. El Pincha lo empató con goles de Diego Torres, a los 21, y de Serrano, a los 30.

Los quince minutos finales se jugaron en el campo de Almirante, con Estudiantes empujando para llegar al sexto tanto que le permitiera saltar a la punta del torneo. Tuvo chances. Y también las tuvo Brown en algunas contras. Pero el show del gol ya había terminado. Fue 5-5, en un partido inolvidable y que, lamentablemente, pudo ser presenciado por un puñado de dirigentes y allegados, porque se jugó a puertas cerradas.

Pese a la desazón de saber que no podrá pelear por volver a la B Nacional al menos hasta la próxima temporada, a Almirante le quedaron dos pequeños consuelos: sigue invicto desde que asumió Osvaldo Rodríguez, hace cinco fechas. Y dejó a Estudiantes muy complicado de cara al ascenso directo. Ninguna de esas dos situaciones sirve demasiado ahora, es cierto. Pero, al menos, se dio el gustito de amargar al Pincha. Y de gritar cinco goles en un partido. Aunque en esta penosa temporada de Almirante, ni siquiera esa cifra alcanza para ganar un partido.